En tres meses, es decir antes de que acabe el año, Ávila podrá contar en todo su esplendor con un nuevo rincón teresiano: junto a la casa natal de Teresa de Ávila se recuperará para la fecha y para el disfrute de abulenses y visitantes la portada de Santa Escolástica y su entorno. Reconocía el alcalde, Miguel Ángel García Nieto, que hasta ahora pasaba «un tanto desapercibida» de ahí que la actuación que anunciaba este miércoles le resultara «especialmente gratificante» y más cuando el principio de «la unión hace la fuerza» está detrás. Lo anunciaba el regidor porque el Ayuntamiento se encargará de señalizarlo turísticamente pero lo cierto es que quien financia la actuación es el Rotary Club de Ávila que aporta 10.000 euros para hacerlo posible, para que salga a la luz. Además la rehabilitación llegará con la adecuación del entorno: de hecho se ubicarán bancos, se cambiará la iluminación y los coches no podrán aparcar junto a la portada para dejarla bien visible. Se trata de la puerta de entrada de una finca que en su día ocupó el hospital de Santa Escolástica y que data del siglo XVI, de 1506, concretaba el presidente de los rotarios abulenses, Modesto Martín. Unos rotarios que en esta ocasión han centrado sus fuerzas en unos fines que no son sus habituales ya que por lo general se orientan más hacia lo social, pero en este caso ha virado hacia lo patrimonial «para recuperar un rincón olvidado durante muchos años y dejarlo al uso». Una actuación que también ha sido posible por la autorización de los Padres Carmelitas, explicaba García Nieto, pues son ellos los propietarios del solar en el que se ubica la fachada.

De explicar qué es lo que se va a hacer se encargó el arquitecto y también rotario Pedro Rodríguez Villanueva, quien completaba las palabras del alcalde: «Pensábamos enfoscar el muro existente con mortero especial, pero en el proceso de picado del antiguo mortero y los residuos que había descubrimos que en la cara interior de los arcos (los dos que conforman la fachada) había un precioso labrado de granito y vimos que eran sillares enterizos que hay que mantener. Hemos tenido una fantástica sorpresa que va a dar valor a la obra en sí porque se ve la totalidad de los arcos en todas sus caras, en tres dimensiones, y no plana como pensábamos y además la imagen de la virgen se ve en bulto redondo, completa». En donde sí se tendrá que actuar más pormenorizadamente es en la parte más alta de los muros donde hay piedras sueltas y zonas disgregadas. Habrá que asegurar, limpiar y hacer el rejuntado completo de la piedra para que quede perfecta, explicaba.