Nadie esperaba la cancelación del viaje del Papa a Ávila. Todo estaba ya atado y bien atado, hasta el punto de que se había decidido ya la fecha y el lugar del acto central, según reconoció el alcalde, Miguel Ángel García Nieto, en declaraciones a Diario de Ávila.

«Iba a ser en la explanada de Sonsoles, en el antiguo campo de aviación», señaló, y se iba a hacer coincidir con la celebración de las Jornadas Europeas de la Juventud (JEJ) que se celebran los días 7, 8 y 9 de agosto. Según ha podido saber este diario iba a ser el día 9 cuando Francisco compareciera en la capital abulense.

La realidad, según se desprende del relato del alcalde, es que todo estaba prácticamente cerrado. De hecho hubo una visita expresa de los responsables de la Conferencia Episcopal para visitar ese lugar donde se iba a celebrar la Eucaristía, el acto central, de la visita del Santo Padre a Ávila.

En concreto estuvieron el obispo de Ávila, el responsable de actos públicos de la Conferencia Episcopal y el responsable de Juventud, «sobre el terreno», visitando varios lugares y «decidiendo» el sitio más idóneo para recibir la visita del Papa. El alcalde relató que era un día lluvioso y todos «se mancharon de barro los zapatos».

Tanto es así que la Conferencia Episcopal pidió al Ayuntamiento «las fichas urbanísticas» de los terrenos a ocupar en Sonsoles. «Se las hicimos llegar dos veces» porque también solicitaron más tarde la de la zona adyacente.

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