A pesar de que la situación en Ucrania va cada vez a peor, los miembros del Parlamento de Kiev han mantenido su calendario para que el país emprenda un nuevo rumbo. De este modo, el primer ministro, Arseni Yatsniuk, y los integrantes de la coalición de Gobierno que sustituyó al Gabinete de Viktor Yanukovich presentaron ayer su dimisión, en un paso encaminado a la convocatoria de nuevas elecciones, que podrían celebrarse el próximo 26 de octubre.
Para Yatseniuk, la situación es «desesperante». «No se aprueban las leyes y no hay nada para pagar a los policías, médicos, profesores, nada para comprar armas o repostar los tanques», aseveró.
Si en un plazo de 30 días no se forma una nueva alianza para formar un Ejecutivo, el presidente, Petro Poroshenko, podrá disolver el Parlamento y adelantar las elecciones.
Este giro llega en un momento complicado para Ucrania. Y es que a su crisis política, que se prolonga desde el pasado noviembre, se suma el conflicto militar con los separatistas del este y, sobre todo, en los últimos días, con las acusaciones mutuas con los rebeldes sobre la autoría del lanzamiento de un proyectil que abatió un avión comercial malasio con 298 personas a bordo.
En cuanto a este último aspecto, los prorrusos insistieron en su inocencia en dicho ataque, al explicar que las filas insurgentes no cuentan con misiles Buk, presuntamente el modelo que se apunta como el que derribó la nave.
Además, el Ejecutivo de Kiev mantiene otra guerra abierta con Moscú, a la que acusa de haber derribado dos cazas ucranianos que sobrevolaban territorio ruso. Desde el Kremlin negaron dichos datos, a pesar de que Estados Unidos indicó tener «pruebas» al respecto.
BUENAS NOTICIAS. Por otro lado, y en cuanto a la investigación del ataque contra el vuelo MH17, el equipo internacional que recibió las cajas negras del avión indicó que estas no han sido manipuladas, pese a permanecer cinco días bajo el control de los separatistas de Donetsk.
«Aunque el registrador de datos había sido dañado ligeramente», el módulo de la memoria estaba «intacto», aplaudieron los expertos desde Holanda.
Precisamente, hasta este país llegaron dos aeronaves con los restos de otros 47 fallecidos en la ofensiva de la semana pasada.