Cines Victoria cierra ante «la falta de respuesta» del público abulense

D. Casillas
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El proyecto de reapertura del cine llevado a cabo por la empresa Cinema y Espectáculo 1941 suponía volver a dar uso a unas salas que habían cerrado en agosto de 2011.

 
Cines Victoria, la doble sala situada en la calle Lesquinas –en el edificio que ocupa el Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora– que había reabierto al público en mayo de 2013 por iniciativa de «un grupo de apasionados del séptimo arte», ha cerrado recientemente sus puertas debido a «la falta de respuesta que ha encontrado en el público abulense», según informó a este diario el gerente del proyecto, José Gago.
Llega así a su triste fin una iniciativa que echó a andar a mediados del año 2012, cuando un grupo de personas dedicadas al mundo del séptimo arte apostó fuerte por remodelar y reabrir unas salas que después de casi medio siglo de vida habían cerrado en el mes de agosto de 2011.
El proyecto, que en principio tenía pensado ser una realidad a finales de 2012 pero que por problemas en las obras se retrasó hasta mayo de 2013, «lo pusimos en marcha con mucha ilusión y entrega» –manifestó José Gago–, pero «la verdad es que nuestro esfuerzo no encontró la acogida que esperábamos, la iniciativa se hizo insostenible económicamente y al final no nos ha quedado más remedio que cerrar».
Gago, que aseguró que «hasta el final hemos hecho lo imposible para que Cines Victoria siguiese ofreciendo su actividad», comentó que este cierre «puede considerarse un fracaso de la sociedad abulense, que no entendemos muy bien por qué no ha dado una buena respuesta a nuestro proyecto».
Con la amarga sensación que ha supuesto «echar el cierre a una iniciativa que pusimos en marcha con mucha ilusión y enorme dedicación», y en la que estaban trabajando para «ofrecer nuevas ideas y nuevas opciones al público abulense», los responsables de Cines Victoria  comentan que «ahora mismo, a pesar de todo, no descartamos alguna alternativa, pero la respuesta que hemos encontrado ha sido tan mala que nos lo tenemos que pensar muy bien».
Cinema y Espectáculos 1941 S.L., la empresa que reabrió el Cine Tomás Luis de Victoria y quiso conservar su nombre para «conservar su espíritu» pero dándole una «nueva personalidad», remodeló las salas y el vestíbulo y, demostrando que era  una empresa «integrada  por cinéfilos», identificó sus salas con el nombre de dos grandes directores –John Ford la de abajo, Jean Luc Godard la de arriba– y transformó el vestíbulo para darle un sutil «aire de plató» gracias a pequeños detalles bastante significativos (los plafones de la pared simulaban bobinas de películas de cine, se instaló en un rincón el proyector de cine que en 1960 utilizó por primera vez en España lámparas de xenón, había pinturas muy cinematográficas por las paredes, una de ellas celebrando la figura de Marlene Dietrich…).