Nibali se exhibe de nuevo

EUROPA PRESS
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El 'maillot' amarillo conquista su cuarta victoria y Valverde se baja, de momento, del podio

Nibali se exhibe de nuevo - Foto: CHRISTIAN HARTMANN

El español Alejandro Valverde (Movistar Team) se jugará mañana estar en el podio del Tour de Francia en la contrarreloj de 54 kilómetros, después de volver a sufrir en la decimoctava etapa, disputada ayer entre Pau y Hautacam sobre 145,5 kilómetros, escenario de una nueva exhibición del líder, el italiano Vincenzo Nibali (Astana).

El murciano supo salvar un mal momento en las duras rampas de la ascensión final y, tras los tres exigentes y duros días en los Pirineos, tendrá que jugárselo todo en la crono de Perigueux, que afrontará fuera del cajón tras no poder con sus más directos rivales en el cierre del último gran día de montaña.  Así, con el ‘jersey amarillo’ compitiendo contra sí mismo una jornada más, los aspirantes a ocupar los otros dos puestos del podio en París jugaron sus bazas, siendo los ganadores los tres franceses que perseguían al jefe de filas del Movistar, que tiró de experiencia para minimizar los daños y mantener serias opciones de sumar su primer gran resultado en la ‘Grande Boucle’.

 Valverde no pudo con Thibaut Pinot (FDJ) ni Jean-Christophe Péraud (AG2R), pero la desventaja no se antoja imposible: 15 segundos con el primero y escasos dos con el segundo. Unas diferencias accesibles en una contrarreloj de su agrado y que puede ser el doble de dura por el cansancio ya acumulado que, salvo en el caso de Nibali, puede ser la clave.

El murciano había aguantado bien los dos primeros exámenes pirenaicos y le quedaba por solventar el tercero, con final en el duro Hautacam y previo paso por un ‘coloso’ como el Tourmalet, sabedor de la buena frescura que estaba mostrando, principalmente, Pinot en este tramo final de Tour.

 En una jornada de corto recorrido, el pelotón permitió la habitual fuga, que intentó jugar sus opciones de evitar un triunfo de los favoritos que no aprovecharon la presencia del Tourmalet para realizar ningún movimiento amenazante.  De hecho, fue en el descenso del mítico puerto donde el Movistar buscó la sorpresa. Valverde tenía a dos corredores por delante, Ion Izagirre y Jesús Herrada, y trató de abrir brecha aprovechando sus buenas condiciones de bajador, pero, pese a unirse a sus compañeros, su ventaja nunca fue inquietante para el grupo perseguidor que puso fin a su intento antes de afrontar la subida final.

En Hautacam, el veterano Chris Horner (Lampre), actual campeón de la Vuelta a España, fue el primer que agitó el grupo, encontrando la respuesta de un ‘voraz’ Vincenzo Nibali. Al italiano no le importó demasiado que el americano no fuese un rival y que su ataque fuese desde lejos, respondió y cuando faltaban algo más de nueve kilómetros para la meta, le dejó y se fue en busca del español Mikel Nieve (Sky), que trató de dar una alegría a su equipo.

 Y mientras el ‘Tiburón’ engullía al valiente corredor vasco y enfilaba sin miramientos hacia su cuarta victoria en esta edición, por detrás comenzó a realizarse la selección definitiva. Así, Pinot y Péraud aceptaron el cambio de ritmo de Tejay van Garderen (BMC) que constató que Valverde no andaba del todo fino.

 El segundo clasificado de la general se quedó descolgado y en soledad, pero tuvo cabeza para no ponerse nervioso y mantener su ritmo de subida.