Antes de acercarse al Centro de Congresos Lienzo Norte donde se desarrolló el concierto inaugural del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se acercó hasta el convento de La Santa, lugar en el que en su día se levantara la casa natal de Teresa de Jesús.
En la plaza esperaban su llegada diferentes autoridades entre quienes se encontraba miembros de la Comisión del V Centenario, con el presidente de la Comisión Ejecutiva, José Carlos San Juan, a la cabeza. La consejera de Cultura, Alicia García; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruíz Medrano; la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio; y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, se encontraban entre quienes formaban ese comité de bienvenida en el acceso a la casa natal de Santa Teresa. En las puertas de entrada del templo aguardaban el vicario general de la orden del Carmelo, Emilio Martínez y el prior de La Santa, David Jiménez, quienes guiarían a la comitiva que encabezaba Sáenz de Santamaría, durante una visita relámpago de no más de ocho minutos de duración por diferentes estancias. La capilla en la que nació Santa Teresa fue la primera parada. Allí pudo ver el fruto de la restauración realizada y tuvo ocasión de conocer el lugar en el que nació Santa Teresa. También pudo la representante del Gobierno de España conocer in situ las obras de arte de las que disfruta la iglesia de La Santa, «sobre todo los Gregorio Fernández con la imagen de Santa Teresa y el Cristo amarrado a la columna», afirmó el prior del convento, una vez finalizada la visita. «Creo que la vicepresidenta se lleva una impresión muy grata de la casa, del lugar en el que nació Santa Teresa», añadió. Soraya Sáenz de Santamaría tuvo también la oportunidad de firmar en el libro de visitas para las autoridades y siguió con mucho interés las explicaciones de los anfitriones.
La vicepresidenta recibió en las puertas de La Santa una réplica del bastón de Santa Teresa que ahora está dando la vuelta al mundo y que se encamina hacia África en estos momentos. A su salida, también fue obsequiada con un calendario con imágenes teresianas y reproducciones de las obras de arte del templo elaborado por la congregación carmelita residente en el convento y compuesta en la actualidad por siete frailes.