Sacyr dio ayer por concluida la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá tras casi siete años de trabajo, un contrato que ha tenido un coste final de casi 5.000 millones de euros (se adjudicó por 2.800 millones) y con el que el grupo espera lograr un resultado económico satisfactorio.

Así lo señaló en declaraciones a los medios el presidente de la adjudicataria, Manuel Manrique, que añadió que si la tónica es similar a la observada en las reclamaciones presentadas por la compañía «el grupo saldrá bien». Sin embargo, algunos directivos de la firma reconocieron que va a ser muy difícil que este proyecto gane dinero.

El consorcio encargado de la ampliación del canal, que recibirá 2.860 millones por la obra más 296 millones ya cobrados por disputas y otros 125 millones en concepto de sumas adicionales, necesitaría 1.700 millones para no perder dinero, según apuntaba ayer el director del proyecto, José Peláez.

Aunque el contrato acabará costando 5.000 millones de euros, están en negociación reclamaciones por valor de 2.000 millones. Asimismo, se espera que, en breve, se resuelva una disputa por 192 millones de euros, mientras que en julio se determinará el arbitraje en Miami de otros 167 millones de dólares. No obstante, Sacyr tiene provisionado algo menos de 450 millones de euros (casi 900 millones todo el consorcio) y espera que la resoluciones favorables de las disputas puedan servir para retrotraer pérdidas.

Sobre el posible premio en función de la fecha de entrega del proyecto (un máximo de 45 millones de euros), todo dependerá de las resoluciones judiciales, ya que a medida que reconocen las peticiones del consorcio se extiende la fecha inicial de entrega. Por el momento ya se han logrado 12 meses.

En las previsiones más optimistas, Sacyr espera que la resolución de las reclamaciones esté finalizada a cierre de 2018. Sin embargo, algunas fuentes apuntan a que podrían demorarse incluso hasta 2021.

Según señaló el presidente panameño, Juan Carlos Varela, en una obra de este tamaño siempre hay diferencias y contratiempos, aunque reconoció que la ampliación del canal es una obra de una gran complejidad que se ha desarrollado de manera exitosa. Además, agradeció el respaldo del presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, así como la intermediación de la ministra de Fomento, Ana Pastor.

El mandatario local recordó, asimismo, que en la actualidad hay dos multinacionales españolas, Sacyr y ACS, que pujan junto a otros consorcios por la construcción del cuarto puente sobre la vía interoceánica, que está valorado en unos 1.000 millones de dólares y se licitará en los próximos meses.