Los incidentes violentos colocan a Colau en el centro de la polémica

AGENCIAS
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Instituciones y partidos arremeten contra la regidora por su pasividad ante los 'okupas' del 'Banco Expropiado' que ya han protagonizado dos noches de altercados con los 'Mossos'

Contenedores en llamas, coches y motos volcados, pintadas en las fachadas, piedras y objetos por los aires, cargas, barricadas, carreras y gritos. Así se han vivido en el barcelonés barrio de Gracia las dos últimas noches (al cierre de esta edición, aunque había una manifestación en la zona, no se habían producido disturbios), en las que los okupas del conocido como Banco Expropiado se han enfrentado a los Mossos d’Esquadra que intentaban desalojarlos. Unos incidentes, que suman más de una docena de agentes heridos, que han puesto a la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, en el centro de la polémica, puesto que instituciones tan distancias como el Gobierno central y la Generalitat y partidos tan dispares como CDC, el PSOE o el PP arremetieron ayer por la supuesta pasividad mostrada por la regidora ante la actitud de los violentos.

«No entiendo a Colau en esta historia. Su actitud es de mírame y no me toques», remarcó el candidato convergente a las generales, Francesc Homs, que pidió a la alcaldesa dejar el doble juego del activismo y de líder municipal. En este sentido, le exigió «mano firme y actuar de forma rotunda y clara» como máxima responsable del Gobierno de Barcelona.

Más contundente se mostró el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que subrayó que el Ayuntamiento «está apoyando a los que protagonizan estas acciones en vez de preservar el bien común», algo insólito y que debe hacer reflexionar a los ciudadanos. En este sentido, recordó que al estar en minoría, Colau se ve obligada a estar «apoyada» por los que «protagonizan esas acciones», en alusión a la CUP. Y es que los antisistema han puesto en jaque al Govern al no respaldar los presupuestos por la «represión» que, a su juicio, están ejerciendo las Fuerzas de Seguridad contra los «activistas» de Gracia.

Por su parte, la candidata del PSC por Barcelona para las elecciones, Meritxell Batet, afirmó que existe una «doble irresponsabilidad» del anterior alcalde, Xavier Trias, y la actual regidora en los disturbios por el desalojo. Según explicó, el dirigente de CiU no asumió con valentía una responsabilidad de Gobierno y pagó por un alquiler que no tenía sentido, mientras que Colau «no previó las consecuencias» de dejar de pagar esta renta, por lo que si se hubieran tomado decisiones con el margen suficiente estos sucesos no se habrían producido.

Y, mientras arrecian las críticas contra ella tras la segunda noche de disturbios, la líder de BComú defendió su gestión de la situación, y volvió a mostrarse ambigua, sin condenar explícitamente a los okupas: «Hay separar las actividades sociales que se llevaban a cabo en el espacio de los hechos concretos de los destrozos graves que han despertado de forma unánime un amplio rechazo».