De Glasgow a Milán

AGENCIAS
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Zidane fue el héroe de la 'Novena' como jugador y ahora repite éxito como entrenador

Zinedine Zidane completó el pasado sábado uno de los viajes más asombrosos del mundo del fútbol al volar del recuerdo de Glasgow y su Liga de Campeones como jugador hasta aterrizar en Milán para darle al Real Madrid otra Copa de Europa, ahora como entrenador.

El técnico se hizo mito definitivo de la hinchada blanca el 15 de mayo de 2002 al marcar un gol inolvidable que le dio al conjunto ‘merengue’ el triunfo (2-1) ante el Bayer Leverkusen y su novena Champions.

Fue con una espectacular volea tras golpear un balón caído del cielo y ponerlo en la escuadra. Y esta vez se llenó de gloria como entrenador al ganar la ‘Undécima’ en una tanda de penaltis dramática. El encuentro, ante el Atlético, finalizó empate a uno y se fue a la prórroga, donde ninguno de los dos bloques fueron capaces de romper la igualdad. Después, Juanfran erró su pena máxima y Cristiano Ronaldo dio la victoria y el título a los suyos.

El francés ingresó así en un selecto ‘club’ de siete entrenadores que lograron la Copa de Europa después de haberlo hecho antes como futbolista. ‘Zizou’ figura junto a nombres ilustres como Giovanni Trapattoni, Johan Cruyff, Carlo Ancelotti o Josep Guardiola.

Su volea en Escocia es una jugada que se repite por los videomarcadores del Santiago Bernabéu antes de cada partido. Todavía sigue provocando el asombro de los turistas y el clamor de los aficionados blancos.

Ahí nació el mito, y el pasado sábado comenzó la leyenda. Cuando apenas lleva nueves meses como preparador de élite, ya puede presumir de tener una Liga de Campeones en su haber. El sueño que decenas de entrenadores no consiguen en la vida, él lo logró en tres cuartos de año.

Y cómo lo hizo. En diciembre, el galo era el míster del Castilla, filial del Real Madrid, y un preparador que en la temporada anterior no había conseguido ascender al conjunto a Segunda División. Muchos comenzaban a sospechar que seguía ahí por ser un «recomendado» del presidente.

Entonces, la escuadra blanca era un barco a la deriva, un ‘Titanic’ que iba directo hacia el iceberg. El Bernabéu se llenaba de pañuelos cada tarde de fútbol. Pero no precisamente de admiración, sino de censura. No querían a Rafa Benítez y su presidente, Florentino Pérez, que había sido quien le había colocado en el puesto, escuchó gritos de «dimisión» y reculó.

La salida del angustiado mandatario fue despedir al impopular Benítez y recurrir a Zidane a pesar de su inexperiencia. Y le salió bien. De una u otra forma, Pérez siempre consigue encontrar la puerta de emergencia. Con tres títulos, se convirtió en el segundo dirigente ‘merengue’ con más Copas de Europa. Por delante tiene a Santiago Bernabéu, con seis.

sin hacer ruido. Zidane llegó casi con el mismo silencio con el que conquistó la Champions en San Siro. Lejos de buscar el aplauso fácil, dotó a su equipo de solidez defensiva y sacrificio. Justo lo que demostraron en la final sus futbolistas, a quienes convenció de la necesidad del esfuerzo con pocas palabras y tono bajo.

Disputó el título de la Liga hasta la última jornada después de ganar los últimos 12 partidos y luego clasificó a los blancos para la final de la Champions. De la gloria a la decepción solo había un encuentro. Además, ante el Atlético, un adversario al que no había conseguido ganar en los derbis ligueros. Y triunfó Zidane.

«‘Zizou’ ha hecho un trabajo fenomenal. Lo merece. Lo que más quiero es que pueda estar con nosotros en la próxima temporada», expresó Cristiano Ronaldo tras la final. El mismo discurso de continuidad que han seguido los integrantes de la plantilla desde la llegada del francés. Los jugadores le quieren, la afición también.

La tanda de penaltis también servirá para aumentar unas sospechas que ya comenzaban a extenderse: el técnico francés es un hombre que también tiene suerte.

Algo siempre necesario en este mundo del fútbol, tan sometido a los caprichos del destino. El conjunto blanco no realizó una gran final y, por momentos, el Atlético fue superior, pero al final ganó, que es lo que se le pide.

El Real Madrid comenzó la temporada con Benítez como entrenador y el español terminó descendiendo al Newcastle a la Segunda División inglesa. Entonces, Zidane entrenaba a un equipo de jóvenes y ahora es campeón de Europa. El francés es leyenda.