El protocolo activado con motivo del fallecimiento de una joven de 17 años en Ávila como consecuencia de «casi con toda seguridad una meningitis C» sigue su curso con normalidad. Hasta la mañana del viernes, tal y como manifestó el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, se ha atendido a entre 15 y 20 personas con las medidas anunciadas, tanto con antibióticos como con la dispensación de la vacuna contra esta enfermedad (a aquel que no la tuviera puesta ya).

Junto al delegado, el jefe del servicio territorial de Sanidad, Luis González Maroto, quien confirmó que el protocolo «está en pleno desarrollo» y que a esa lista de casi 20 personas se irán sumando más con el paso de las horas. En cualquier caso dejó claro que «no hay ningún caso más identificado».

 Uno y otro, de nuevo reiteraron el mensaje de tranquilidad y serenidad a la ciudadanía pues «todos los contactos que hubiera podido tener esta joven, desgraciadamente fallecida, están siendo identificados y se les están aplicando las medidas previstas en el Sistema Nacional, en la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica».  Se trata del estudio de contactos que se está realizando tanto en el ámbito familiar, como educativo y laboral de una joven que el delegado daba a conocer que «no es española». Un dato importante en el sentido de la determinación de si estaba o no vacunada porque el control de la  población española al respecto de la vacuna de la meningitis, lo tienen, otra cosa es al proceder de fuera, de otro país. En cualquier caso confirmaron que «se está intentando averiguar a través del centro de salud» si estaba vacunada pero al proceder de fuera y dado que son vacunas recomendadas en edades tempranas (no obligatorias) es más complicado. Eso sí «no consta que desde Sacyl se le hubiera vacunado», afirmaba González Maroto. 

Si un mensaje quisieron recalcar ambos es el de volver a instar a la ciudadanía «a estar tranquilos y serenos» pues  se está aplicando un protocolo «garantista y muy testado» conforme a unas pautas y a través de los profesionales del Sacyl que son quienes determinan finalmente las medidas a aplicar (que son de amplio espectro) dependiendo del tipo de contacto, más o menos cercano. 

Ahondaron además en «la necesidad de canalizar y puntualizar informaciones que están llegando a través de redes sociales e incluso grupos de whatsapp que no son precisas, ni científicas y generan alarmismo» y pueden trastocar la serenidad. Serenidad que pedía «no identificar con seguridad ni con una afirmación categórica de que no hay riesgo porque existe riesgo, pero es controlado y se aborda a través del protocolo preventivo y desarrollado por profesionales».

Por su parte, González Maroto añadía que «no hay más novedades que la derivación de los contactos directos a sus centros de salud y algunos a urgencias para que los propios facultativos determinen de si además de un contacto directo lo es tan suficientemente  estrecho como para adoptar medidas de quimioprofilaxis (antibióticos)». A partir de aquí el número de contactos está sin cerrar aún. 

Incidencias nuevas, no, pero sí bulos y rumores que «están creando una alarma injustificada con noticias que son falsas directamente» y ante lo que pedía no difundir si no se está en la certeza y aplicar la prudencia.

Por último no obvió que se trata de un proceso infeccioso y en ese caso «no podemos decir que está totalmente controlado», pero sí que «está muy protocolizado y que se están aplicando todas las medidas necesarias para controlar el problema que creemos tener controlado e identificado».

No hay un periodo de incubación que ponga fin a la determinación de ese estudio de contactos directos porque «suele ser cuestión de días que aparezcan los síntomas» de ahí que con el paso del tiempo se sumen más personas que deban ser controladas.