Popularizado como el ‘céntimo sanitario’, aunque en realidad supone algo más de cinco céntimos de euro, el nuevo tributo que grava el combustible y que se aplica en toda la región desde el 1 de marzo tras el visto bueno de la Junta ya le está saliendo muy caro a muchas gasolineras de Castilla y León, fundamentalmente a las situadas en los municipios colindantes con otras Comunidades Autónomas que ofrecen el combustible a precios más bajos. La provincia de Ávila, como una de las periféricas, no es una excepción, y la proximidad a Castilla-La Mancha, por el Valle del Tiétar, y a Madrid, por las zonas de El Tiemblo y Cebreros y de Las Navas del Marqués, ya se está dejando notar en muchas estaciones de servicio que se encuentran en las principales carreteras que unen regiones y cruzan fronteras.
La caída de las ventas es un hecho. Al menos así nos lo cuentan en gasolineras de Arenas de San Pedro, Candeleda, Sotillo de la Adrada, El Barraco, Cebreros o Las Navas del Marqués, donde en estos quince días largos ya han podido constatar que lo del mal llamado ‘céntimo sanitario’ está dejando desde comentarios negativos a menos clientes, lo que se traduce en menos litros de combustible suministrados y menos ingresos.
Algunos conductores porque ya estaban al tanto del recargo y otros porque, tras la «sorpresa» inicial al mirar el panel con los precios, deciden echar lo mínimo, se proponen comparar tarifas la próxima vez e, incluso, se plantan con un «yo a este precio no echo», algo que, en muchos casos por la confianza de los años, han comentado incluso con los trabajadores de las estaciones de servicio. Y siguen su camino.
En la mayoría de gasolineras consultadas ven este comportamiento como «normal», y «más en los tiempos que corren», apostillan, de ahí que centren su reproche en el Gobierno autonómico. Con esta «absurda» medida «nos darán la puntilla» y no servirá, vaticinan, para aumentar tanto como dicen los ingresos en las arcas regionales para poder financiar la sanidad porque «se reducirá el consumo».
Y es que, si antes la provincia de Ávila se beneficiaba de que en Comunidades como Madrid el precio estaba más caro, también por aplicación de su propio céntimo sanitario (con un tipo más bajo que el de Castilla y León), ahora la situación es la contraria y la ‘fuga’ de clientes se hace a la inversa. Los clientes ocasionales y habituales que viajan por trabajo entre semana y los que se mueven los fines de semana entre Ávila y Madrid o Castilla La-Mancha, muy numerosos, empiezan a saber que el combustible está más caro en Ávila y deciden calcular sus reservas para aprovisionarse cuando pasan por las Comunidades ‘baratas’, en lugar de, como antes, aprovechar a hacerlo en Ávila en algún momento de sus desplazamientos.
Los consumidores particulares y los transportistas «miran el céntimo en la gasolina y el gasóleo, como en todo», apuntan desde el sector, y eso se está traduciendo en bajadas que en algunos casos se cifran ya en porcentajes superiores al 30%, como en la gasolinera de Las Navas del Marqués, una de las que se reconoce como perjudicada al haber cuantificado en unos cien clientes la pérdida diaria de media, una «caída brutal», sostienen. «Aquí hay mucho movimiento con Madrid y mucha gente ha dejado de echar, normal si en Galapagar, Las Rozas o Guadarrama lo tienen casi 5 céntimos más barato», comenta Carlos. «Como esto no cambie, mal pinta», añade.
Más información en edición impresa