No se puede decir que haya sido un mercado de invierno especialmente tranquilo en el Real Ávila. Al menos no como en los últimos años. Tres salidas y tres llegadas ha sido el balance final al cierre del mercado en un equipo que ha movido más ofertas de lo que finalmente ha llegado a concretar. La realidad es que según ha podido conocer Diario de Ávila desde los despachos del Adolfo Suárez, o mejor dicho desde el propio cuerpo técnico, se ha querido convencer a algún que otro jugador del equipo de la pasada temporada para comprobar su disponibilidad a regresar al vestuario del que ya formara parte en la 2011-2012 y con el que no se alcanzó un acuerdo para continuar en el club encarnado el pasado verano. No cuajaron las intenciones –pesó el momento deportivo por el que atraviesa el equipo y la falta de definición en la oferta– con las que reenganchar ‘viejos conocidos’ para un equipo que finalmente equilibró las salidas con las llegadas.Salieron Portilla –a inicios de enero por «discrepancias» con el club– y hace apenas unos días Rubo y Jonathan Romero tomaban el mismo camino después de que el club les ‘invitara’ a buscar otro destino tras confirmarles que no entraban en el proyecto, ni presente ni futuro. Encontraron acomodo, curiosamente, en dos equipos que ocupan en la actualidad puestos de ascenso. Si Rubo firmaba por el Villalba (Grupo VII de Madrid), Jonathan Romero lo hacía en dirección al Hellín Deportivo (Grupo XVIII de Castilla La Mancha) con el objetivo ambos de demostrar en sus nuevos destinos lo que no pudieron o no supieron –quién sabe en qué proporción– en el Real Ávila.
Dos salidas, estas últimas, que aliviaron las cuentas del club pero que, echando un vistazo a las llegadas y las características del vestuario encarnado, da la impresión de haber quedado descompensado. Tres salidas en la zona de ataque –Portilla jugaba en el extremo izquierdo mientras que Rubo y Jonathan han alternado el puesto de delantero con el de extremo derecho– y tres llegadas para la media y la defensa. A la llegada de Aarón –el primero de ellos, apenas empezó a gestarse en el mes de diciembre la desaparición del Palencia– se unía la sorprendente incorporación de Jonathan Plaza, jugador de banda procedente del Sotillo, donde jugaba de lateral, y la deseada y esperada incorporación del camerunés JeanClaude, que será mirado con lupa a partir de ahora por el Adolfo Suárez. Hasta cinco meses se ha hecho esperar la confirmación de un jugador que comenzaba a entrenar con el equipo el pasado mes de septiembre y en cuya calidad y proyección han depositado sus esperanzas el cuerpo técnico.
¿Plantilla descompensada?. Con dos únicos jugadores para la zona de ataque –Iván Vila y Vicente– y un único extremo puro en la plantilla como Juan Carlos Ruiz, que de momento no parece haberse ganado un puesto como titular, habrá que comprobar cómo reorganiza a partir de ahora el equipo José Luis Diezma, que hasta la fecha, y como en la temporada pasada, gustaba de jugar con un habitual 4-2-3-1 con dos extremos o delanteros volcados en banda. Sin Rubo, Jonathan ni Portilla en plantilla, queda conocer si el técnico cambiará el dibujo –ya lo hizo en la derrota ante el Numancia B– para compensar la ausencia de jugadores para la zona de ataque.
Igualmente queda por comprobar si lo que queda de curso Cabrera seguirá como mediocentro defensivo –con la incorporación de Jean Claude todo hace indicar que volverá a la posición de central– y si Jonathan Plaza será el jugador elegido para ocupar el interior izquierdo ante el overbooking en el lateral izquierdo, donde Llorián estaba siendo uno de los destacados del equipo.
Muchas incógnitas tras un 31 de enero que ha dejado incorporaciones ‘sonadas’ como la del exencarnado Ricardo a las filas de La Granja, la llegada del palentino Durantez a la Arandina, la salida de Canario desde el Cristo Atlético hacia el Espanyol By la llegada de Jonathan Bueno al equipo palentino, o la llegada al Burgos del centrocampista Cristo, entre otros movimientos.