HACÍA calor. Mucho calor. Pero eso no fue impedimento para que los vecinos del barrio de la Universidad volvieran a decir sí a una nueva propuesta nacida desde su Asociación Juvenil.

La Fiesta de las Cuatro Estaciones se celebró este jueves por primera vez en el parque del mismo nombre.

El deporte y la solidaridad fueron los ejes vertebradores de una actividad sencilla a priori pero muy enriquecedora tanto para el cuerpo como para el alma, gracias al programa elaborado por los chicos de la agrupación juvenil.

Para el cuerpo, por las muchas actividades deportivas preparadas en las praderas del parque; y para el alma, por su espíritu solidario, al reservar un espacio privilegiado a un mercadillo montado a favor de Aspace.

La mañana arrancó con la música de las clases de zumba ofrecidas por los monitores del 88 Torreones. Ritmos latinos para hacer frente al sol de agosto y familias enteras bailando entre risas.

La gimnasia rítmica también tuvo su espacio. Y el voley-hierba enganchó a los más jóvenes, que  demostraron con su buen hacer que no sólo de arena playera vive este deporte.

Y después de una entretenida comida a base de patatas revolconas, la actividad se prolongó durante toda la tarde, con más deportes, juegos tradicionales y un circuito de crossfit.

Las actividades de animación infantil y un torneo de dardos en el bar Arte y Café también encontraron su público. Aunque, sin duda, uno de los rincones más visitados durante las últimas horas de la fiesta fue el mercado montado a favor de Aspace.

Bajo el lema ‘Jugando por un sueño’, la gran familia de esta asociación acercó a los abulenses el trabajo que realiza a diario en sus talleres, en forma de cojines, jabones o pulseras.