San Segundo ve la luz

diariodeavila.es
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La ermita de San Segundo está en pleno proceso de recuperación, con actuaciones que se centran en las cubiertas del templo para evitar los problemas causados por el peso excesivo y por la humedad

Cualquier persona que ahora pasee por la Ronda puede ver cómo uno de los principales monumentos de la ciudad, la ermita de San Segundo, está cubierta de andamios y lonas que vienen a indicar que este bien protegido está en pleno proceso de restauración. Un trabajo que se prolongará durante varios meses pero que servirá para eliminar importantes patologías del templo, especialmente las causadas por la humedad y el peso excesivo.

Hasta el momento los trabajos van según los plazos previstos, entre otras cosas porque el tiempo está favoreciendo, y estarán terminados para finales de junio, momento en el que se podrá ver este templo de nuevo en todo su esplendor.

Según explica el jefe de Cultura de la Junta de Castilla y León en Ávila, Alejandro Núñez, lo que se está haciendo en San Segundo es una «intervención integral», que comprende varias actuaciones. Una de ellas es la que es bien visible en las cubiertas de las naves, en los faldones norte, sur y central y donde se trabaja en dotar a estas zonas de estabilidad y de seguridad estructural.

Para conseguirlo se ha procedido a levantar la teja y se trabaja en recuperar lo máximo posible para que se pueda volver a utilizar. Además, tiene una capa gruesa de hormigón, que corresponde a una intervención de mediados del siglo pasado, que supone un peso excesivo para la estructura. «Para que nos hagamos una idea –dice Alejandro Núñez– es el doble del peso de la estructura inicial».

Esto supone «demasiada presión» y favorece otras patologías como la humedad dado la porosidad de esta capa. Por ello se elimina el hormigón y se actúa en la estructura, también sobre las vigas con la intención de conservar todas las que sean posibles. Tampoco se descuidan los apoyos y el artesonado, que se está recuperando, ya que tiene unas formas propias que no se quieren perder.

Por lo demás, se volverá a construir una estructura más ligera, con madera, un elemento que se considera muy adecuado, también vigas para nivelar la pendiente (ahora estaba hundida), otra capa de madera y después de cubrirá con onduline y teja.

La segunda parte de la actuación es la que se acomete en los ábsides, tanto en las bóvedas de cañón como en las de horno. En este caso se trata de una serie de grietas que han aparecido y que se están observando para después repararlas y consolidarlas. Es un trabajo que se realizará desde el exterior del templo en una labor complicada y delicada.

En cuanto a la espadaña, también se restaurarán las últimas hiladas, que son de mampostería en vez de sillería. Para ello está trabajando un cantero para labrar sillares y colocarlos. Además, en la cubierta se establecerá un faldón de cobre, también en los contrafuertes del lado sur, para evitar las humedades.

 

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