«La mano que mata es la misma mano que luego crea, y ésa es la gran transformación de Tartini»

David Casillas
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Ernesto Pérez Zúñiga presentó ayer en Ávila la novela 'La fuga del maestro Tartini', obra galardonada con el Premio de Narrativa Torrente Ballester que habla de la «búsqueda del sentido de la vida»

El escritor Ernesto Pérez Zúñiga pasó ayer por el ciclo ‘El Episcopio presenta...’ para hablar de su novela La fuga del maestro Tartini, un libro en el mezcla con buena mano dosis de historia, de ficción, de misterio y de aventura para contar la vida de un genio de la música, el violinista que da título al libro. Afirmó Pérez Zúñiga, preguntado por la gran aceptación que está teniendo la novela, que «en un libro lo importante es que llegue al lector, porque el éxito le llega a un libro cuando es capaz de quedarse dentro del lector, que entre en su mente porque es cuando de verdad se completa, y ésa es la alegría que puede dar».

Reconoció que «lo di todo» para hacer este libro, ya que empezó a trabajar en él en 2006 «y me ha llevado siete años de trabajo entre la investigación, los viajes, la escritura y la corrección, un trabajo que ha sido mucho pero del que estoy contento porque quería, como el mismo personaje de la novela, tratar de encontrar algo que tocara la esencia de la belleza y compartirlo con los demás, y por lo que estoy viendo algo de eso ha conseguido».

Otra cosa que demuestra La fuga del maestro Tartini, añadió, es que «música y literatura casan muy bien porque la escritura puede ser musical, y en este caso he intentado que lo fuese, tanto la estructura del libro, que está escrito como una fuga musical con dos voces, como por otro lado por el propio ritmo de las emociones, ya que creo que cada emoción, cada pensamiento tiene una música, y esa música se puede trasladar a la palabra».

Sobre los argumentos que daría a los lectores para que se acerquen a esta obra, comentó Pérez Zúñiga que «les diría que es una novela sobre la aventura de vivir, una aventura interior y exterior porque siempre vivimos las dos cosas al mismo tiempo, y el personaje de esta novela es muy apasionado, está buscando siempre el sentido de lo que hace, es muy inconformista, muy rebelde y está siempre en un aventura que en realidad es la búsqueda del sentido de la vida y de la belleza».

Una de los motivos que le llevó a escribir esta novela, comentó, «fue descubrir que el personaje real fue espadachín antes que violinista, y en ambas artes fue un maestro en su tiempo, y convirtió el movimiento de la muñeca que provocaba la muerte con tremenda destreza en una habilidad para hacer una de las músicas más sublimes de su tiempo, y esa modificación de la destrucción hacia la creación es la clave de la novela. Es decir, que la mano que mata es la misma mano que luego crea, y esa es la gran transformación del personaje de Tartini».