"Liquidar el Real Ávila sería un fracaso absoluto para mí"

A.S.G.
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Un convenio para poder salvar al Real Ávila. Aurelio Gurrea Chalé marca como fundamental el desarrollo de un convenio con los acreedores que podría incluir quitas de entre el 50 y el 70 por ciento y una espera de hasta cinco años.

"Liquidar el Real Ávila sería un fracaso absoluto para mí"

En estado de quiebra desde el 2002. El administrador concursal del Real Ávila tiene claro que «en el año 2002 la Junta Directiva debía haber presentado concurso de acreedores y no lo hizo. Se optó por ir poniendo dinero, como préstamo, y eso aumentó la deuda».

El abogado malagueño deja claro que de momento la deuda 857.000 euros «para mi no existe. No he recibido ninguna información de esta sociedad luxemburguesa».

Comprometido y optimista. Así podría definirse a Aurelio Gurrea Chalé, administrador concursal del Real Ávila, después de una primera toma de contacto con un club con el que está dispuesto a volcarse para tratar no sólo de alcanzar el final de la temporada, lo cual parece casi seguro, sino para que el equipo del Adolfo Suárez siga siendo una realidad. «Para mí sería un fracaso absoluto llegar a su liquidación» señala el abogado y economista malagueño en un momento en el que el proceso concursal se encuentra en el conocimiento de las distintas deudas con los acreedores. Deudas en las que parece obligado mirar a los 857.000 euros que reclama Orado Investments Sarl –fondo de inversión luxemburgués que adquirió a Bankia en 2013 la deuda por un préstamo y línea de crédito concedidos por Caja de Ávila al club encarnado en su momento– y que desencadenó en la definitiva solicitud voluntaria de concurso de acreedores. Una deuda ante la que Aurelio Gurrea Chalé es muy claro. «Tengo un informe de auditoría donde no aparece y mientras ese fondo no se presente como acreedor, mientras no me llegue información de esa sociedad, para mí no existe».Es muy claro en este sentido el abogado y economista. «En la contabilidad no aparece. He oído que sí estaba, pero esto no funciona por oídas».     

«Satisfecho» porque María Carmen delPeso Crespos, titular del Juzgado de lo Mercantil de Ávila, «se acordara de mí» para esta labor, tiene claro su «optimismo» tras un primer vistazo a un club que «realmente lleva en estado de quiebra, en causa de disolución, desde el 2002». Una fecha en la que Aurelio Gurrea Chalé deja claro que la Junta Directiva debía haber declarado la solicitud de concurso de acreedores, «pero no se hizo». A cambio se optó «por ir poniendo dinero, aunque no como ampliación de capital, sino como préstamo, con lo que se endeudó más a la sociedad». Un callejón sin salida «que trajo un endeudamiento continuo».

Muchos pasos por delante.El primero de ellos será la realización en los próximos 10 días de un inventario del club. Un paso «fácil» dado que en estos momentos el Real Ávila tiene pocos activos que poder inventariar. Paralelamente «ya se están mandando cartas a los acreedores que constan en la contabilidad de la sociedad para que me contesten y poder comparar el crédito que ellos dicen que se les debe con lo que dice el Ávila». Un proceso en el que está sumido en estos momentos. Todo ello acabará en un informe general, para el que cuenta con un plazo de un mes, «donde expondré todas las cuestiones que veo, y la forma de poder resolver el concurso».

Más complicado será todo el apartado burocrático que implica todo este proceso. Echa en falta Gurrea Chalé la suficiente diligencia por parte de los distintos dirigentes del club por arreglar los temas burocráticos. «Cada vez que salía uno no firmaba las cuentas».

Y es que a primera vista «la documentación se ha llevado de forma desastrosa», algo «fundamental para el correcto funcionamiento jurídico del club». Una documentación que debía haberse inscrito en el Registro Mercantil, como cualquier otra S.A.D. «Al no firmar las cuentas anuales las juntas directivas que han pasado el Registro Mercantil se cierra, provocando que cosas tan sencillas como la apertura de una cuenta corriente a nombre de la S.A.D.no puede hacerse». Irregularidades jurídicas que se está encontrando como que las cuentas están abiertas a nombre de personas físicas, «y eso no puede ser». Una situación «que hay que regularizar como sea». Y aunque ha habido ‘tirón de orejas’ a los actuales dirigentes, les reconoce su «buena predisposición» a sacar al club adelante.

 Y permitir la pervivencia del club pasa en estos momentos por más de un frente entre los que aparece la ampliación de capital, la aprobación de las cuentas anuales y que se depositen en el Registro Mercantil. «Pero lo fundamental será poder hacer un convenio con los acreedores, un convenio que sea viable, porque si el club va a liquidación, desaparece, y eso para mí sería un fracaso absoluto».

Un documento de trabajo para el que primero se debe conocer la situación real de endeudamiento. «A partir de ahí habrá que elaborar un convenio que podría incluir quitas de entre el 50 y el 70 por ciento y una espera de hasta cinco años» comenta poniendo como ejemplos otros casos ya existentes. Y deja claro que sería un plan de viabilidad «que habría que llevar a rajatabla». Y de no hacerse sería causa para que «el concurso fuera declarado culpable, lo que conllevaría la responsabilidad de los administradores para pagar las deudas pendientes», cosa «que podría ocurrir también ahora mismo si no se hace un convenio. Y si no se consigue hay muchas visas de que sea culpable». Porque advierte que «aunque no quisiera, hay cosas tan tasadas por ley que no tendría más remedio, porque hay irregularidades contables».

Habrá que esperar aún para valorar cómo se desarrollan los acontecimientos. No así para otras cuestiones que se marcan como prioritarias, tales como las nóminas de los jugadores. «La gente si trabaja debe cobrar». Se alcanzará la liquidez para poder hacerlo tanto con los propios ingresos que logre obtener la propia Plataforma #SOSRealAvila como algunos ingresos que están previstos que lleguen desde la federación.