El héroe ya está en casa

Benjamín López
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El montañero abulense Carlos Soria regresa a España tras conquistar, a los 77 años de edad, la cumbre del Annapurna (8.091 metros) • El Dhaulagiri deberá esperar a 2017

• El próximo año Soria intentará escalar los dos ‘ochomiles’ que le faltan –Dhaulagiri y Shisha Pangma– para completar la subida a los 14 picos más altos del planeta.

 

Son las 8,40 de la mañana en la T4 del aeropuerto de Barajas. Hace casi una hora que ha aterrizado  el vuelo QR-147 procedente de Doha. Por fín aparece por la puerta 11 un personaje menudo, fibroso, con el pelo canoso y la piel curtida por el sol al que le esperan su mujer, dos de sus cuatro hijas, un par de nietos, varios amigos y un grupo de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión. Le reciben con vítores, aplausos, abrazos y besos.Le reciben como a un héroe. No es para menos. Carlos Soria, abulense residente en Madrid, acaba de hacer una auténtica machada. A sus 77 años ha coronado uno de los picos más altos y más peligrosos del planeta, el Annapurna, situado en la cordillera del Himalaya, con 8.091  metros de altura.

Era la tercera vez que acometía la escalada de ese pico y, como él mismo explica a la prensa que le espera en el aeropuerto, «es un milagro ir tres veces al Annapurna y salir vivo. Estoy muy emocionado y todavía estoy soñando con lo que he hecho», dice antes de explicar que ha sido «muy, muy duro, una auténtica paliza». Y es que el tiempo no les acompañó. Nieve y viento fueron sus enemigos inesperados en la ascensión hasta el punto de que llegó a dudar si podría coronar la cima. «Hubo sus dudas», explica, sobre todo en la última parte donde encontraron una zona de 200 metros sin cuerdas, una pendiente muy pronunciada,  una nieve «un poco regular» y un frío terrible «en los pies» durante los parones. Y no es la primera vez que Carlos Soria ha renunciado a un ascenso incluso a metros de la cumbre ante lo preligroso del mismo.La prudencia siempre ha sido uno de sus libros de cabecera en las alturas.

De hecho, el mal tiempo y la dureza de la experiencia que acababa de vivir junto al resto de la expedición les llevaron a desistir del siguiente objetivo, el ascenso al Dhaulagiri, otro ochomil que también tenían previsto ascender. Y es que si complicado fue el ascenso al Annapurna, la bajada no fue menos dura. 23 horas les llevó completar el descenso hasta el campo base. «La bajada estaba menos peligrosa que otras veces pero mucho más técnica porque tenía mucho hielo», explica al respecto.

Su hazaña es algo absolutamente inusual en un deporte en el que la edad de ‘jubilación’ suele ser bastante temprana. De hecho nadie antes que él había logrado coronar el Annapurna con 77 años. Él se muestra orgulloso pero resta importancia a su edad. No es una hazaña, dice, porque está entrenado, porque su maltrecha rodilla «ha mejorado» y porque está acostumbrado a hacer cosas parecidas. «Cuando tenía 75 subí al Kachenjunga (8.586 metros), que tampoco es ninguna tontería, y escalé sin oxígeno el Lhotse, que tiene casi 8.500 metros, cuando tenía 69 años», recuerda con naturalidad.

Carlos Soria se alegra de estar de regreso en España pero lleva el veneno de la montaña en la sangre y sólo piensa en los nuevos retos que tiene por delante. Y es que le quedan dos peldaños aún para alcanzar la hazaña de coronar los 14 picos de más de 8.000 metros que existen en la tierra, el Dhaulagiri (8.167 metros) y el Shisha Pangma (8.027 metros), situados en Nepal y Tíbet respectivamente. «A ver si me da tiempo a hacerlo, espero que sí», comenta con una sonrisa en la cara. De hecho ya tiene todo planificado –fecha incluida–  para iniciar, de la mano de su patrocinador BBVA, el asalto a esos dos picos. «Tenemos previsto marcharnos en primavera del próximo año al Dhaulagiri y en otoño al Shisha Pangma, que son la mejor época para hacerlas», asegura.

La aventura al Annapurna comenzó el pasado 25 de febrero cuando tomó un vuelo a Nepal con su equipo. El 13 de abril comenzó el reto a los pies del Annapurna y el 1 de mayo venció a la montañan coronado el pico que tanto se le había resistido. Ahora, después de 86 días de aventura, Carlos ya está de nuevo en casa, en su casa de Moralzarzal (Madrid) donde le espera no el descanso que se ha ganado a pulso sino una nueva bicicleta para darle a los pedales desde hoy mismo. «Estoy deseando cogerla», asegura. Sólo así, con esa vitalidad y esa preparación se explica que a sus 77 años este abulense sea capaz de subir ‘ochomiles’ con la misma ilusión que un joven que afornta su primer desafío.

Duodécimo ochomil. El veterano alpinista sumo con el Annapurna doce ochomiles a sus espaldas. Después de haberlo intentado en el 2012 y  en el 2015, ha sido a la tercera ocasión cuando la montaña le ha permitido llegar a la cima.  Además Carlos Soria es el único alpinista que ha escalado 11 montañas de más de 8.000 metros después de cumplir los 60 años y es la persona más veterana en la historia que ha ascendido con éxito al K2 (65 años), el Broad Peak (68 años), el Makalu (69 años), el Gasherbrum I (70 años), el Manaslu (71 años), el Lhotse (72 años), el Kanchenjunga (75 años) y el Annapurna (77 años). En 2017 buscará que su nómina de ochomiles esté al completo.