Fomentar el asociacionismo, como fórmula para dar voz y aumentar la eficacia en la reclamación, y luchar contra el fraude, ante la elevada bolsa de economía sumergida, son dos de los retos a los que se enfrenta el colectivo de trabajadores del servicio doméstico en la provincia de Ávila. CCOO, a través del Centro de Información al Trabajador Extranjero (CITE), y Cáritas ofrecieron este miércoles en la sede del sindicato una charla informativa dirigida a los usuarios de un ámbito de actividad, el de los empleados del hogar, que se considera «el tercero más numeroso» de la provincia.
Lo explicó el coordinador del Programa de Empleo de Cáritas, Samuel Hernández, quien cifró en 900 los trabajadores dados de alta en el servicio doméstico y estimó «en más del doble» los que ejercen en el ámbito de la economía sumergida, esto es, sin la obligada alta en la Seguridad Social. La idea era «darles a conocer sus derechos y obligaciones y explicarles los cambios legales introducidos en 2012 para que los empleados tomen conciencia de lo que significa pertenecer a un colectivo como éste, uniéndose, y puedan reivindicar los derechos cuando sea necesario y justo», dijo.