El Real Ávila ya tiene nuevo presidente. Carlos Rojas, actual entrenador del Regional Infantil y vinculado al equipo encarnado desde los 26 años (entró en el Adolfo Suárez como tesorero con Anastasio Martín del Río) será el nuevo presidente del Real Ávila. Era la principal noticia que se producía en la Junta General Extraordinaria que tenía lugar en la tarde del sábado en los despachos del Adolfo Suárez. Una cita que, junto a la aprobación del presupuesto de la presente campaña –oscila entre los 168.000 y los 170.000 euros– y la aprobación del ejercicio económico 2013-2014, suponía el cese del anterior consejo de administración, con David Rueda a la cabeza, y el paso de un nuevo equipo de trabajo y dirección conformado por cinco miembros a cuya cabeza estará a partir de ahora Carlos Rojas, que estará acompañado por Juan Rodríguez ‘Juanito’ como consejero delegado, Pedro Pascual y Javier Pindado como vicepresidentes y Rosa Sanz como secretaria. Una nueva directiva cuyo principal cometido será, a partir de ahora y como avanzó el propio Carlos Rojas, «sacar adelante el plan de viabilidad y trabajar para generar el superávit necesario para que en 8 o 10 años no nos acordemos de que un 10 de agosto estábamos echando tierra sobre la tumba del Real Ávila».

Asesor financiero, 48 años y una trayectoria deportiva en la que no sólo aparece el cargo de tesorero sino de entrenador del Real Ávila Promesas, Milan Academy Ávila, El Tiemblo o el actual Regional Infantil, Carlos Rojas tomaba una decisión «comprometida» cuando aceptaba el cargo. «Suponía encontrarme con heridas sin cicatrizar, pero el Ávila merecía hacer el esfuerzo» señalaba en un momento en el que quiso dejar claro que «duele ver que ha habido gente que no ha dado el respaldo al club que se necesitaba, gente de Ávila» apuntaba tras un verano en el que fue «ese milagro» lo que ha hecho posible este momento, la aparición de Pindado y Juanito, con un sponsor «de garantías, que está trayendo liquidez» apuntó, haciendo un llamamiento a «no criticar a quienes han estado aquí  antes. Pueden haber cometido falos, pero esto les ha costado dinero».

Toca pensar a corto plazo en un concurso de acreedores «que sigue su curso» y en el que se espera que en el plazo de no más de 10 días se produzca la respuesta del administrador concursal a un plan de viabilidad que ya tiene el visto bueno de la jueza. Una vez pasados estos trámites –debe aprobarlo la junta de acreedores– «tendríamos que ponernos a trabajar ya» con una visión en la que «en dos o tres años poder sacar soluciones y con ello el superávit» que el equipo necesitará.

Eran algunas de las primeras impresiones de un presidente que tomaba las riendas ante la mirada de David Rueda, que cesaba en su cargo después de «dos años intensos» que quedaron marcados en su recta final por un concurso de acreedores «que creemos que va a dejar un club en una situación en la que ya no habrá más sorpresas» económicas.