Apareció hace unos meses en el atiborrado mercado editorial, firmado por el abulense Víctor Facundo Gómez Robles, un libro con algo de singular, un trabajo en el que su autor, a modo de fiel e irónica biografía novelada, narra los primeros años de su vida en su pueblo natal, localidad del sur de la provincia de la que, igual que hiciese Cervantes en el Quijote, no quiere ‘acordarse’ de su nombre, del que sólo apunta que «es de mujer».

El cura de la Pradera. Historia de Mundo es el título de ese libro, editado por Letra Clara, primera parte de una trilogía que tiene ya muy madurada Gómez Robles y para cuyo volumen inaugural ha acotado el periodo temporal que va desde su nacimiento (llega un poco más atrás para enmarcar el conjunto del retrato local) hasta que con 19 años de edad abandonó el seminario.

En este libro, que ha conocido una buena acogida en atención a la frescura de su discurso, su originalidad, su humor y su buena calidad literaria, además de una relativa polémica en la tierra en la que se desarrolla, cuenta Gómez Robles su «experiencia personal» mezclándola con «muchas situaciones que se vivieron en mi pueblo», sirviéndose para ese fin de una escritura elaborada pero muy fácil de asimilar para la que intenta siempre que puede «recuperar palabras y expresiones antiguas que yo creo que es bueno rescatar para ayudar a que no se pierdan».

Su intención con esta iniciativa, explica, no es otra que «hacer un libro para contar mi historia y los hechos que yo conocí tal y como sucedieron», partiendo de la base de que «todo lo que cuento tuvo lugar realmente, son hechos reales que ocurren a personas a las que a veces cambio los nombres y a veces no», apego a la verdad que es el que ha provocado «que haya gente que asocie a personas que ha conocido con los nombres de mis personajes».

Es éste el primer libro que escribe Gómez Robles, poniendo en práctica «una afición que siempre he tenido, ya que cuando estaba en el seminario me inventé una revista que titulé Familia cristiana, y que me sirve de gran distracción».

El telón de fondo del libro, tal y como apunta el título y explica su autor en el prólogo, es «la evolución de una persona del alzacuellos a la regencia de un club nocturno», escenario en el que crea «unos personajes tangibles, dibujados a golpe de verosimilitud» y en el que celebra la riqueza y elocuencia de «un lenguaje que bebe del costumbrismo más arraigado en la literatura española de las últimas décadas».

La segunda parte de la trilogía está ya «casi terminada» y promete salir pronto a la luz.