Las obras del puente de La Gaznata se han reanudado después de dos años paralizadas y ahora se retoman con la promesa de «tener continuidad», tal y como aseguró  el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral.

Ya en los últimos días de la semana pasada se pudieron ver algunas máquinas en los alrededores de las zonas ya edificadas con anterioridad y ayer, a preguntas de los periodistas, Barral informó que  «como está terminando el verano y el pantano está bajando en su capacidad se han reiniciado las prospecciones para continuar instalando tanto los nuevos pilares que están programados y también para controlar la integridad de los que ya están instalados». Estos trabajos junto con la comprobación de «la idoneidad de los materiales que están almacenados» desde el inicio d de las obras en 2015, son las primeras acciones que se han realizado en una infraestructura cuya finalización estaba prevista para 2017, pero que tiene por delante aún cerca de dos años de trabajos.

Barral aseguró que la construcción de este puente es un «asunto bastante complejo» porque «se trata de un crédito plurianual y esta es una de sus anualidades. Hay que ejecutar el presupuesto para que el año que viene se pueda seguir ejecutando la totalidad del contrato administrativo».

Además, queda todavía, «proyectar la variante de la N-403 que enlace con el puente tanto a la entrada como en la salida y en ese punto es en el que estamos en estos momentos, comprobando la identidad estructural, programando los nuevos pilares y elaborando el proyecto para la variante», comentó Barral, quien confirmó que las previsiones son «que las obras tengan continuidad durante este año y el año que viene, eso seguro. Hay un crédito presupuestario habilitado al efecto y la idea de este Gobierno es ejecutar la totalidad de los créditos presupuestarios».