Las obras de pavimentación y mejora del firme de la carretera de acceso al santuario de la Virgen de Chilla (AV-P-715) desde Candeleda están ya en marcha. Con un presupuesto de algo más de 192.000 euros, sufragado por la Diputación de Ávila, los trabajos comenzaron la semana pasada con la limpieza de las cunetas y este mismo lunes ya se ha iniciado el asfaltado por parte de la empresa Ecoasfalt de los alrededor de 5,7 kilómetros de vía.

La actuación se centra especialmente en resolver los peligros que tiene el firme irregular de esta carretera y el hecho de que los arcenes estén sin pavimentar. De esta forma, contempla el refuerzo del firme en todo el recorrido hasta alcanzar una capa de rodadura de seis centímetros y el reperfilado de los arcenes una vez que se hayan eliminado los blandones en todo el recorrido, así como la señalización tanto horizontal como vertical de todo el trazado. El plazo para las obras se estima en un mes, por lo que si todo evoluciona según lo previsto, estarán terminadas a finales de junio.

El inicio de estas obras se produce además a escasamente dos semanas de que se celebre la primera de las fiestas importantes que tienen lugar durante el año en el santuario de la patrona candeledana, concretamente la romería de la Cofradía de los Caballeros de la Virgen de Chilla, que  tendrá lugar, como es habitual, el último domingo de mayo.

Contratación de la obra. El pasado año, la Diputación Provincial sacó la licitación estos trabajos de refuerzo por procedimiento negociado a través de la invitación a distintas empresas y en noviembre fueron adjudicadas a Ecoasfalt por un importe de 192.632 euros, lo que suponía una rebaja de casi 40.000 euros respecto al precio inicial (232.830,24 euros), aunque todo se formalizó el 2 de diciembre y a mediados de ese mes la adjudicación fue hecha pública mediante su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.

Los planes de inversión de la institución provincial abulense en 2014 no incluían inicialmente la realización de obras en esta carretera que une el casco urbano de Candeleda con el santuario de la Virgen de Chilla, pero los distintos ahorros que se fueron propiciando con la licitación de otras obras cuyos importes habían ido a la baja, finalmente hicieron posible la realización de este proyecto.