Aunque desde hace varios días las temperaturas son totalmente veraniegas lo cierto es que hasta este domingo no se inauguró de forma oficial la estación estival, una época del año que es sinónimo de vacaciones, calor y baños refrescantes tanto en piscinas como en espacios naturales de los que esta provincia atesora unos cuantos. Pero si bien son numerosos los rincones de la geografía abulense donde poder darse un baño lo cierto es que sólo siete de estos espacios ofrecen garantías a los bañistas en lo referente al control de la calidad de sus aguas. Se trata de aquellas zonas incluidas en el catálogo regional de zonas de agua de baño, que en  el caso de la provincia de Ávila este año  mantiene las siete zonas de años atrás y que, a diferencia de todas aquellas que posibilitan el baño en la provincia de Ávila, son sometidas a controles periódicos por parte de la Junta de Castilla y León.

Así las cosas, esta temporada de baño-que dio comienzo el 15 de junio y se prolongará hasta el 15 de septiembre- las zonas de baño ‘oficiales’ volverán a ser nuevamente en Ávila la Garganta de los Caballeros en Navalonguilla,  los ríos Arenal y Pelayo de Arenas de San Pedro, la piscina natural del arroyo Cimorro de Navalacruz, el río Cantos en El Hornillo, el río Tormes en La Horcajada y la Garganta del Río Tiétar en Gavilanes.

En estos siete lugares bañados por el agua la aptitud para el baño estará supeditada a la calidad de las aguas de dichas zonas. Y es que desde el pasado 15 de junio y hasta el próximo 15 de septiembre, que es cuando finalizará la temporada de baño de este año, la Junta de Castilla y León realizará de forma periódica análisis microbiológicos para determinar la calidad de las aguas de los distintos lugares autorizados para el baño, cuyos resultados, que se publican semanalmente en formato de mapas de aptitud en el portal sanitario de la Junta de la Castilla y León, son los que determinarán o no la aptitud del agua de estos cauces para el baño.

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