La coalición conservadora Portugal a Frente, formada por los socialdemócratas -PSD- Pedro Passos Coelho y los democristianos de Paulo Portas, ganó ayer las elecciones en el país vecino. Con más del 90 por ciento de los votos escrutados, la formación de centroderecha revalidaría su victoria con un 39 por ciento de los votos, frente al 32 por ciento del principal grupo de la oposición, el Partido Socialista liderado por Antonio Costas.

Los resultados suponen un triunfo inequívoco para Passos Coelho, que hace apenas unas semanas figuraba por detrás de su contrincante en todas las encuestas, aunque a medida que avanzó el escrutinio su ventaja se fue reduciendo y le alejó de la posibilidad de reeditar la mayoría absoluta.

El líder conservador luso logró el triunfo tras una legislatura marcada por las severas medidas de austeridad aprobadas por su Gobierno a instancias de la troika, como contrapartida por el rescate internacional que le concedieron la UE y el Fondo Monetario Internacional en 2011.

Nada más conocerse las primeras proyecciones, en la sede del PSD ya se celebraban los resultados. De hecho, el portavoz de la coalición afirmó que se trata de una «gran victoria» obtenida gracias a una «enorme movilización de los ciudadanos». La abstención se ha reducido en comparación con elecciones anteriores. Además, desde el PSD aseguraban que estos resultados permiten «garantizar las condiciones necesarias para conseguir un Gobierno estable» para la próxima legislatura.

De forma muy diferente se recibían estos resultados en la sede del Partido Socialista, que reconocieron que no habían alcanzado los objetivos deseados.

Ahora, Passos Coelho ha prometido que es el momento del crecimiento y estos resultados muestran que los portugueses han preferido apostar por lo conocido antes que regresar al «pasado socialista». Antonio Costa ya fue ministro de José Sócrates y sobre él ha pesado la herencia dejada por el anterior primer ministro, que fue quien tuvo que pedir el rescate financiero y además es sospechoso en un escándalo de corrupción.

Por su parte, la ministra de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, expresó su deseo de que se logre «una mayoría estable» para formar un Gobierno. La política pidió estabilidad para que la economía siga creciendo y el desempleo baje.

GOBIERNO EN MINORÍA. Una de las notas más destacadas de estas elecciones fue el ascenso del marxista Bloque de Izquierda, que a falta de completar el escrutinio adelantaba al Partido Comunista (cerca del 8 por ciento de los votos), y se convertía en la tercera fuerza más votada, con el 10 por ciento de los sufragios.

Los datos conocidos hasta el momento generan incertidumbre sobre el próximo Gobierno, y especialmente sobre su estabilidad. Teóricamente, un tripartito entre socialistas, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista tendría más diputados que la coalición conservadora, aunque a priori ese acuerdo se antoje improbable.

La hipótesis más factible sería un Gobierno en minoría encabezado por Passos Coelho.