Titirimundi trae de nuevo su magia a Ávila

David Casillas
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La capital abulense vuelve a ser extensión del Festival Internacional de Títeres de Segovia, con cuatro actuaciones para los días 7, 8, 14 y 15 de mayo, en el Paseo del Rastro a las 12,30 horas

 
Con el mes de mayo vuelve un año más a la ciudad de Ávila una interesante extensión del Festival Internacional de Títeres de Segovia, Titirimundi, regalo que ese certamen hace a la capital abulense, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Ávila y la Junta de Castilla y León, que en esta ocasión se concretará en cuatro citas de mucho nivel (los días 7, 8, 14 y 15) que están pensadas para el disfrute no sólo de los niños sino del público de todas las edades.
El póker de actuaciones que acogerá Ávila se desarrollará en ese escenario «maravilloso» (en opinión de todos los artistas que año a año pasan por él) del Paseo del Rastro a partir de las 12,30 horas, con la entrada libre, ubicación que se sustituirá por el Auditorio de San Francisco en caso de que se entrometa el mal tiempo.
El programa de este año se abre este sábado con la puesta en escena de La historia del viejo lobo, a cargo de la compañía Teatro Konmo, revisión llena de humor y muy de actualidad del clásico cuento de Caperucita en la que el lobo ofrece su versión y que sirve, explican sus responsables, para «acabar con un montón de mentiras y chismes». En esta obra el lobo, «ya harto de esas habladurías, cuenta lo que ocurrió de verdad» y también se presenta «al verdadero autor del cuento: el mentiroso guardabosques, quién va a insistir con todas sus fuerzas en que no conozcáis la verdad».
Y, como es costumbre en el teatro de Konmo, la historia la contarán los actores y los títeres, tallados por Jan, unas piezas que son perfectas miniaturas de madera.
Al día siguiente la invitación es para asistir al espectáculo titulado El Gran Carlini, por Justo Thaus, un profesional de los títeres y también mago que lleva más de cuarenta años en la profesión y que es capaz de ilusionar al público con facilidad y maestría. En  El Gran Carlini presenta al público la primera marioneta de hilos que hace magia, fundiendo ilusionismo y títeres en un número musical en el que su protagonista no crea magia para engañar al público, sino para fascinar con la ilusión de su propia existencia, todo ello ofrecido con un discurso lleno de ternura, audacia y lirismo. 
El segundo fin de semana del programa se abre con la compañía francesa Pelele Marionettes, que trae a Ávila la obra Pendiente de un hilo, un trabajo que remite a los comienzos de Paz Tatay (creadora del grupo) y su amor por las marionetas de hilo y con el cual revisita la tradición del género y el tema del circo, habitual desde el siglo XVIII en el centro y el oeste de Europa, y con música en directo, por supuesto, marca de la casa Pelele.
El espectáculo, un circo muy singular, divertido y de elegante puesta en escena, conjuga la precisión de los movimientos, la energía clownesca y la tensión de las acrobacias con unos títeres en los que se aprecia el trabajo de investigación de la forma, el tallado en madera, los trajes… Y es que la construcción de estos pequeños seres también ha servido para crear su historia. Pelele ha realizado un montaje con manipulación a la vista del público, donde manipuladores y músicos se entrelazan cambiándose de rol, de modo que sobre la pista todo el mundo juega. Hasta el público. 
Titirimundi en Ávila se cerrará el domingo 15 de mayo con un espectáculo de marionetas de Taiwán que ofrecerá la compañía Chin Fei FENA, considerada oficialmente patrimonio cultural inmaterial de Taiwan. Esta compañía familiar de títeres tradicionales, que funciona desde el año 1920, crea montajes que preservan la esencia del teatro tradicional y sus características, pero también busca integrar los aspectos modernos del teatro con el fin de ampliar el espectro de la actuación. Para los amantes de la marioneta que viajen a Taiwán es una visita obligada, y para aquellos que se encuentren en Titirimundi, un privilegio.
Su espectáculo consiste en una selección de escenas de entre las más apreciadas, introduciendo, asimismo, historias de la nueva etapa de la compañía. Gracias a los dinámicos diálogos y personajes cómicos, la actuación es definitivamente festiva y divertida, y, sin ninguna duda, cambia la perspectiva desde la que disfrutar de las marionetas orientales.