"Concordia y Libertad ayudará a formar nuestro criterio"

P.R.
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El presidente de la recién creada Fundación intervino también en el acto del PP en Ávila

Adolfo Suárez Illana, que se encargó de cerrar el acto político de Ávila del PP, recordó que hacía mucho tiempo que no pisaba un atril en esta tierra desde la época de su padre. Reconoció que Pablo Casado había decidido romper el protocolo político, pues el personaje de mayor calado no cerraba el acto político. Señaló, de forma irónica, que el presidente había tenido en cuenta sus aptitudes taurinas, por lo que había decidido invertir el orden de cierre del acto.

Destacó que asumía la presidencia de la Fundación Concordia y Libertad no como un premio, sino como un compromiso. Llamó la atención de la concurrencia porque, según dijo, “nos están desbordando con versiones simplificadas y tendenciosas de la historia y de casi todo, que además nos invitan a no profundizar en ello para hacernos simplemente más vulnerables a todos”. Suárez Illana recalcó que nuestro pasado, nuestro presente y todavía más, nuestro futuro, y sobre todo nuestros hijos, nos exigen formarnos más profundamente y con especial atención a la hora de tomar decisiones políticas”. Es precisamente esto lo que pretenderá realizar esta Fundación. “Ayudarnos a formar nuestro criterio. Para contrastar ideas y proyectos”. Pero, aclaró, “siempre con respeto”. “No se trata de repetir lo que hicieron otros grandes hombres y mujeres, como mi padre o Santa Teresa”. “Se trata -aclaró Suárez Illana- de tomar posesión de lo que fueron, de lo que hicieron bien. No pretender hacerlo nuestro y sobre ello seguir construyendo”. Para ello propuso que debemos tener en cuenta todas las oportunidades que se nos han perdido, por fanatismo o por discordia. Y animó a todos a “no caer en el desánimo por las oportunidades perdidas, por lo desastroso de una situación, por muy grave que pueda ser”.

Denunció una situación que se ha venido generando en los últimos tiempos porque “nos han metido de refilón un recorte mucho más grave y peligroso, que es el recorte del pensamiento colectivo. El marcarnos una ilusión, el marcarnos un objetivo. El saber a dónde queremos llegar y jugárnoslo todo para alcanzar ese objetivo”. Defendió que la labor de un político es ilusionar a su pueblo y llevarlo a la materialización final. Por eso sostuvo que frente al derrotismo hay que construir un futuro mejor sobre los principios y valores sobre los que formamos no solo nuestra existencia personal sino también nuestra existencia como nación”. Por ello destacó que lo primero que podemos hacer es “no permitir que ese futuro se construye al margen nuestro”. De ahí que hizo un llamamiento a todos para la construcción de ese futuro común “que empezamos hace 40 años liderado por el Rey Juan Carlos y mi padre y que hoy algunos intentan tumbar, pero que como esa muralla prevaleció -señalando la que se encuentraba a sus espaldas - también la constitución de la concordia prevalecerá”.