Al Real Ávila no le sale nada

A.S.G.
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Errores determinantes. El Real Ávila regaló a La Virgen del Camino el 0-2 en apenas 15 minutos con dos fallos en defensa • Rabadán hizo el 1-2 de penalti • Charly firmaría el definitivo 1-3 ya con Javi expulsado

David Muñoz - Foto: David Castro

Real Ávila, 1

 

La Virgen del Camino, 3

Darío

José Maria

(Benji, 45’)

Javi

Josito

Albert

Kilian

(Morilla, 61’)

Álex Rabadán

Vitolo

Samu

(Adrián, 71’)

David Muñoz

Borja

  Kuni

Gago

Negral

(Nanin, 88’)

Rueda

Soto

Esau

Perona

Aller

Mario Visa

(Peru, 75’)

Charly

Ramírez

(Isma, 66’)

Goles

0-1 (minuto 2) Mario Visa; 0-2 (minuto 14) Esau; 1-2 (minuto 61) Alex Rabadán de penalti; 1-3 (minuto 92) Charly

Árbitro

Garrido Ruiz. Mostró tarjetas amarillas al local Javi; y a los visitantes Rueda, Charly, Perona, Esua, Peru y Negral. Expulsó al encarnado a Javi (2A 87)

Incidencias

Encuentro correspondiente a la novena jornada de la Tercera División, disputado en el Adolfo Suárez ante 350 espectadores

Hubo cambio de actitud, hubo ganas, hubo retoques en el once... Pero cuando la suerte te da la espalda poco más se puede hacer. Porque al Real Ávila no le sale absolutamente nada. El equipo encarnado siguió siendo un ‘quiero y no puedo’ en un encuentro en el que al ya conocido y reconocible problema del gol –la presencia de Borja Bite sobre el césped sigue siendo insustancial al juego– se le unieron los errores infantiles en defensa que condenaron al equipo cuando apenas se habían disputado 15 minutos de juego. Llámense nervios, precipitación o presión. Llámese como se quiera, pero lo cierto es que al Ávila le pasaron factura dos fallos en defensa quizás ante el equipo más ‘perro’ de la categoría, un Virgen del Camino con la suficiente experiencia –que se lo pregunten al trotamundos Ramírez– como para saber cómo tenían que hincar el diente. Lo hincaron y se llevaron los tres puntos ante un equipo que se ha metido en una espiral negativa de la que debe salir inmediatamente. Un triunfo aliviaría la presión, pero parece que ganar la confianza necesaria por medio de los triunfos no será sencillo. Tampoco lo pone fácil la grada, o para ser justos, una pequeña parte de la misma, que aguardaba con más entusiasmo del entendible la llegada del 0-3 que del 1-2.El público es soberano. Su actitud crítica es fundamental para marcar  la exigencia a los suyos.Pero nunca debe ser un hándicap en contra para un grupo de chicos que, más que nunca, necesitarán a su grada para salir de una situación que ya les ha colocado a un punto del descenso.  

Se esperaban cambios, pero los errores los dejaron en anécdota. Borja dejó en el banquillo a Benji, Adrián, Viciedo o Morilla respecto al once de La Granja. Era un toque de atención después del nefasto partido ante los granjeños.Sin embargo no hubo tiempo para comprobar si fueron efectivos, porque a los 15 minutos de juego La Virgen del Camino ya vencía por 0-2 merced a dos errores garrafales de un equipo que se movió entre la depresión y la fe en la remontada a partes iguales.

De la esperada reacción se pasó a la desesperación. Y sólo dos minutos bastaron para ello. Una sucesión de errores en cadena en defensa suponían el primer mazazo en el minuto 2. Ramírez se encontró con el regalo de la defensa cuando un fallo en el despeje le dejaba el balón franco para habilitar un pase de gol en el segundo palo, donde Mario Visa supo terminar de aprovechar el regalo y, de disparo cruzado, batir (0-1) a Darío. Para un equipo necesitado de autoestima empezar de este modo era poco menos que un ‘suicidio’.

La reacción vino de quien mejor podía venir, del capitán. Javi lo intentó con tanta garra –minuto 4– que su eslalon le llevó hasta el interior del área rival, donde cruzó en exceso. Con fuerza resolvía David Muñoz –fue una de las novedades en el once– una jugada en el área donde su fuerte disparo –minuto 7– lo desviaba Kuni a córner.

 Buscaba la manera de responder al tanto el Real Ávila, pero La Virgen del Camino ya sabía cuál era el guión que requería un partido en el que los leoneses pronto comprobaron que la defensa encarnada era un auténtico flan. Quedó remarcado poco después. Porque en el minuto 14 una pérdida de Josito al borde del área suponía el segundo. Esau le robaba la cartera al central y fusilaba a Darío para hacer el 0-2. Se echaba las manos a la cabeza un equipo que veía como los errores les habían penalizado hasta el extremo.

Con el marcador a favor se encerraron los virginianos. Todos menos dos. Ramírez y Mario Visa, arriba, siguieron buscando el error de la zaga. De parar al Ávila, y el juego, ya se ocuparía un equipo que empezaba a acercarse a su primer triunfo en el Adolfo Suárez, aunque por delante quedaba tiempo suficiente como para forzar la remontada. Volvería a intentarlo el Ávila por mediación de David Muñoz, que se encontraba nuevamente con Kuni. Álex buscó ser la sala de máquinas, Samu se alternó en las bandas con Vitolo y Muñoz insistía una y otra vez en la frontal, pero el  equipo seguía estrellándose contra el muro leonés una y otra vez.

Haber logrado un gol antes del descanso hubiera sido crucial. No llegó. Suerte hubo de que no llegara del lado leonés, porque La Virgen del Camino lo acarició en el 45’ cuando Esau y Charly cocinaron el mismo en un nuevo error de Josito. Presionaron al abulense y recogieron un balón que Esau colaba al segundo palo, donde Mario Visa se lanzaba y no llegaba por apenas centímetros. Tan cerca estuvo que la grada ya lo lamentaba.

Había que remontar y Borja Jiménez optó por dejar en la caseta a José María y dar entrada a Benji, que pasó a actuar de carrilero. Sus  posibles errores en defensa –Mario le ganó la espalda una y otra vez– eran un peaje que el equipo ya estaba dispuesto a asumir.  Un cabezazo suyo y otro de Borja fueron el bagaje con el que el equipo empezaba la segunda mitad.

Sin embargo llegaría el gol que tanto necesitaba el equipo para creer desde el punto de penalti. A estas alturas es la única vía posible para encontrarlo. Una buena internada de Vitolo desde la izquierda valía una pena máxima cuando era derribado en el área. Álex Rabadán, máximo goleador del equipo,  hacía el 1-2 desde los once metros. Por delante –minuto 61– cerca de media hora para buscar la remontada. Se la jugó Borja con Adrián –minuto 71– cuando entraba por Samu, que sigue dejando a partes iguales destellos de calidad y excitación innecesaria.

Generó ocasiones el equipo. David Muñoz lanzó un fuerte disparo desde la frontal que acabó en córner, Benji remató de cabeza sin encontrar portería y Morilla, tras dejar atrás dos rivales, lanzó un disparo que atajó Kuni. Parecía posible el empate, pero lo que llegaría sería la expulsión de Javi –vio la segunda amarilla en el 88’– y el tercero de Charly –minuto 92– cuando firmaba el 1-3 tras una contra fulminante.