"Hemos vuelto"

A.S.G.
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El vestuario del Real Ávila reivindicó el regreso del equipo a Tercera División tras una temporada «luchando de principio a fin» y en la que han querido poner en valor «el grupo humano que hemos creado»

• Certificado matemáticamente el ascenso de categoría, ahora las miradas empiezan a centrarse en lo que pueda ser el proyecto deportivo del próximo curso.

 

Prácticamente un año ha pasado  entre una imagen y otra. Entre la imagen del equipo totalmente desolado sobre el césped del Adolfo Suárez y la plantilla festejando en ese mismo escenario el regreso a Tercera División.Un año ha pasado desde que el Ávila supiera que en la 2015-2016 sería equipo de Regional de Aficionados. El equipo, entonces dirigido por Juan Rodríguez ‘Juanito’ –por el banquillo ya habían pasado Borja Jiménez y Toni Ayala– certificaba en el Adolfo Suárez con su derrota ante La Bañeza (1-2) la pérdida de categoría. Eran momentos duros para el club encarnado. En lo deportivo con el propio descenso, en lo institucional con la propiedad del club en el aire, y en lo económico con un concurso de acreedores que cumplir por delante en una categoría donde los ingresos se iban a ver considerablemente mermados. Era un 9 de mayo de 2015 y el futuro del equipo era más que incierto. Ahora, prácticamente un año después, las perspectivas son otras.A falta de cuatro jornadas para su conclusión el Real Ávila ya sabe que, de forma matemática, volverá a la Tercera División el próximo curso. Que lo haga como campeón del Grupo A –lo deseable– o como mejor segundo de la categoría está por ver. Todo ello con un nuevo proyecto encabezado por Gestfootball, nuevo máximo accionista del equipo encarnado,y con el que tratar de revitalizar el club encarnado.

«Hemos vuelto».Un mensaje con el que el vestuario encarnado resumía en la tarde del domingo la consecución del un objetivo que, todo hay que decirlo, no ha sido sencillo, aunque ahora las distancias y los números en la clasificación puedan indicar otra cosa. La situación económica del club, las dificultades para construir una nueva plantilla prácticamente desde cero, la adaptación a la categoría e incluso la marcha de Luis Ortega –también responsable de este éxito– no hicieron la tarea sencilla. «Es la recompensa a un año entero luchando de principio a fin»  decíaJavito en la tarde del domingo. Y no le faltaba razón.

Fue un momento clave en la temporada el duelo ante el Polideportivo Salas, en esos momentos líderes de la categoría, en el Adolfo Suárez. Un partido donde el equipo encarnado veía cómo al descuento la derrota les colocaba a ocho puntos de la cabeza de la tabla. El gol de Roberto en el 93’ fue vital.Aunque cuartos y a cinco puntos, el Real Ávila seguía vivo.Nunca ocultó ÁngelBecerril la importancia del momento. Porque a partir de ese partido el equipo fue al alza. Diez victorias consecutivas, 12 victorias y 2 empates en 14 partidos, liderato desde el mes de enero...   La imagen fue otra muy distinta. «No hemos parado hasta conseguirlo» señalaba Edu, que tras su periplo por varios equipos de Tercera respondía a la llamada del Real Ávila para formar parte del proyecto en Regional. «El grupo humano que hemos creado es impresionante y lo merecíamos» apuntaba Josito en una campaña en la que llevó el brazalete de capitán junto a Llorián, un jugador que renunció a otras categorías por devolver al equipo encarnado a la división que le correspondía.

A partir de ahora queda cerrar la temporada e intentar lograr el campeonato. Tiempo suficiente por delante para conocer lo que será el nuevo proyecto en Tercera División. Hasta la fecha poco se conoce, más allá de las intenciones por poner en marcha una ciudad deportiva en el Adolfo Suárez y sus anexos, del proyecto con el que aterriza Gestfootball en la casa encarnada. Al menos en lo deportivo la planificación de los nuevos gestores, que ya está en marcha, se ha querido realizar desde la discreción de un equipo que se estaba jugando el ascenso. Una vez certificado queda saber qué ocurrirá, al menos en la parcela deportiva, a partir de ahora. Habrá salidas, habrá llegadas. ¿Cuántas? La pregunta ya está sobre la mesa, empezando por la continuidad del propio entrenador.