• Borja Jiménez afirma tener alguna propuesta, «aunque nada en concreto».Espera que en las próximas dos semanas se pueda definir un poco más el futuro del club.

La puerta está abierta, a seguir y a marcharse. «No cierro las puertas a nada. El Real Ávila es mi casa, pero ha sido un año muy duro, y antes de continuar debo valorar si merece la pena». Así cierra la temporada 2013-2014 y afronta las próximas semanas Borja Jiménez, técnico del Real Ávila, su futuro en la entidad encarnada. Un futuro incierto a todos los niveles. Porque en estos momentos el panorama a corto plazo sobre la entidad encarnada se mueve en una indefinición no sólo deportiva, lo cual no es nuevo en los últimos años e incluso normal cuando se terminan las campañas, sino institucional y económica, lo cual es mucho más importante. Porque la tardanza en la presentación del convenio y la quita del concurso de acreedores mantienen en vilo a una afición que desconoce no sólo las posibilidades de supervivencia del club –«el Real Ávila saldrá, no habrá problemas» se aseguraba en la rueda de prensa en la que se presentaba la Escuela Municipal– sino la continuidad de un proyecto encabezado por una directiva que en estos momentos trabaja en poder resolver los impagos de una plantilla que ha visto cómo los playoffs han servido para hacer frente a una de las mensualidades.

«Las próximas dos semanas serán claves» señalaba Borja Jiménez, que en la tarde del jueves ya anunciaba su marcha como coordinador de la Escuela Municipal, que queda en manos de José Antonio Soroa ‘Yiyo’ y José Luis Sanz. Un anuncio que, por el momento, se queda ahí. Porque el entrenador abulense afronta su situación, como la del club y la plantilla, en un stand by. «Estamos en un momento de espera, y posiblemente no se sepa nada hasta dentro de un par de semanas» comentaba un técnico que, de recibir la oferta de renovación tiene claro que debe valorar muchas cuestiones.

«Ha sido un año complicado y antes de seguir debo analizar si merece la pena» continuar otro año al frente del Real Ávila. Es la postura que adopta un entrenador que reconoce tener «alguna cosa, aunque por el momento nada concreto.Para algunos equipos aún les queda un mes de competición». Y es que la temporada en Tercera continúa con los playoffs, una fase en la que la actuación tanto del cuerpo técnico como de la plantilla ha servido de escaparate ante muchos equipos.

Será en los próximos días donde Borja Jiménez no sólo deba valorar el proyecto deportivo que pueda presentar el equipo encarnado la próxima temporada, sino lo que ha sido su paso por un banquillo en el que ha sido muy cuestionado. «Es cierto que al final de temporada he recibido más cariño que al principio, pero la sensación que tengo es que la gente no me quiere» comenta el entrenador abulense en una temporada en la que debutaba como primer entrenador del equipo encarnado ante la destitución de Francisco Sánchez ‘Kiko’ y tras dos temporadas –ésta era su tercera– como segundo entrenador a las órdenes de José Luis Diezma.

Serán días en los que «ver qué pasa». Días en los que la próxima temporada del Real Ávila deberá tomar forma. Días de inseguridades. Más que otros años.