Dice el refrán que «Por San Blas, la cigüeña verás» y precisamente eso es lo que hicieron este domingo más de 300 personas, entre mayores y pequeños, en la plaza del Arrabal de Arévalo, gracias a la jornada de observación organizada por el grupo de estudios ambientales Galérida Ornitólogos Abulenses, en la que a través de dos telescopios terrestres pudieron contemplar los ejemplares de cigüeña blanca que ya han anidado en las iglesias románico-mudéjares de Santo Domingo de Silos, El Salvador o San Juan de los Reyes, mientras que los niños participaban en un taller de caretas de cigüeña impulsado con la colaboración de SEO Birdlife en el que también recibieron folletos educativos.

Víctor Coello, de Galérida Ornitólogos Abulenses, explicaba que de momento hay pocos nidos ocupados por cigüeñas en la villa, «aproximadamente un tercio de los que hubo en 2018», si bien esperan que «a lo largo de este mes acaben ocupándose» en los emplazamientos habituales de Santo Domingo, El Salvador, Santa María y San Miguel. Estas aves peninsulares inician cada año sus vuelos migratorios hacia Andalucía, el sur de Extremadura e incluso el continente africano a mediados de septiembre o primeros de octubre y ahora regresan a la capital de la Moraña y en estos meses se convertirán en unos ‘vecinos’ entrañables desde las alturas.