El Real Ávila se atasca

A.S.G.
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Demasiadas dudas. El equipo encarnado mostró una de sus peores caras ante La Granja en un partido en el que ganar resultaba imprescindible para meterse en la pelea de la zona alta • Javi acabó de portero tras la expulsión de Pindado

Iván fue el autor del gol. - Foto: Antonio Bartolomé

Real Ávila, 1

 

La Granja, 1

Pindado

Juanito

(Yagan, 70’)

Aarón volvió a vestir la camiseta encarnada.Aarón volvió a vestir la camiseta encarnada. - Foto: Antonio Bartolomé Javi

José María

Llorian

Cabrera

Philip

(Vicente, 45’)

Chiqui

Portilla

(Aarón, 45’)

Jonathan

Ivan Vila

  Yiyo

Adrián

Alberto

Pluma

Chavi

Guille

Mario

(David Franco, 70’)

Otero

Yubero

Ricardo

César Bravo

Goles

0-1 (minuto 13) Otero; 1-1 (minuto 40) Iván Vila

Árbitro

Gaspar Barajas (Valladolid).Mostró cartulinas amarillas a los locales Vicente y José María; y a los visitantes Alberto, Pluma y Guille.Expulsó al local Pindado (R 90’) y al visitante Alberto (2A 89’)

Incidencias

Encuentro correspondiente a la jornada 17ª de Tercera División, disputado en el Adolfo Suárez ante 350 espectadores.

Ganar resultaba imprescindible.Decir lo contrario sería edulcorar una situación en la que el Real Ávila sigue siendo un pasajero ‘de lujo’ entre un grupo de equipos que nunca se hubieran imaginado compartir posición en la tabla con quien debía apuntar a los puestos de ascenso.Aún hay tiempo y calendario para recomponerse, pero las jornadas apremian y el Ávila tenía en la tarde del domingo su oportunidad de oro para empezar a acercarse allí donde le reclama la afición, los puestos de ascenso. La derrota de la Arandina, cuarta,  a manos del Salamanca B, y el pinchazo de la Segoviana (2-0) en casa del Racing Lermeño hacían de la visita de La Granja la mejor oportunidad tanto para sobrepasar a los segovianos en la tabla como para colocarse a cinco puntos de los puestos donde se ‘cocinan’ las ilusiones.  El tan esperado fallo de los rivales había llegado, pero nadie contaba con el fallo propio. Y es en estas jornadas donde se escapan las temporadas. Bien es cierto que La Granja fue un señor equipo en el Adolfo Suárez, posiblemente uno de los mejor plantados y trabajados esta temporada. Sabía lo que debía hacer para anular a un rival que, cuando más se necesitaba, se atascó. Faltó juego, eficacia y elaboración, aspectos que empiezan a no ser extraños en un equipo que da una de cal y otra de arena y ante el que Diezma comienza a reconocer que «no es fácil hacer un análisis».

Se jugaba mucho el Real Ávila, tanto como La Granja, que salió muy bien colocado sobre el césped del Adolfo Suárez. Se nota la mano de un ‘clásico’ de Tercera como es Manuel Retamero en un equipo que ahogó la salida de balón a los encarnados. Diezma movió sus extremos de banda, cambió a Philip por Chiqui sobre el césped, pero el resultado siguió siendo el mismo. Por su parte, La Granja a lo suyo, robar y lanzarse por el lateral defendido por Juanito. Se las tuvo que ver con Yubero –se movió con libertad por todo el frente de ataque– y Ricardo.El exencarnado es toda una referencia en un equipo que no para de buscarle. Saben que sus goles tiene su peso en oro. Así, con apenas media hora de juego, el respetable ya había mostrado sus discrepancias con el juego de un equipo que era un manojo de nervios. Para entonces el Ávila ya perdía 0-1. El balón era de los granjeños y las ocasiones, aunque pocas, también. Apenas hubo que esperar al primer córner –minuto 13– para que llegara el gol visitante. Curioso que se produzca en una jugada que esta temporada defiende el Ávila con sus once hombres en el área. Peinó un jugador de La Granja al borde del área pequeña hacia el segundo palo, donde Otero cazaba el cuero. Juanito defendía el segundo palo, el despeje era cosa suya, pero no se entendió con Pindado, y el esférico acabaría dentro del marco local.

Pudo empatar el Ávila apenas unos minutos después. Cabrera volvió a tirar de centímetros cuando Llorián lanzaba –minuto 17– una falta lejana. Yiyo sacó una mano prodigiosa para desviar lo suficiente. No sirvió la jugada para despertar a un equipo descolocado e impreciso. La Granja, apoyada sobre Yubero, Ricardo y César Bravo, seguía poniendo en apuros a los defensores locales.

Sin embargo el Ávila, como viene siendo costumbre en las últimas jornadas, encontró el gol en el tramo final, cuando las prisas espolean el corazón y el orgullo. Arregló el desaguisado –minuto 40– Vila, titular ante la sanción de Rubo. Llorián lanzó el cuero desde lejos. Tenía buena pinta desde el mismo momento en que el balón salió de sus botas.Lo hicieron aún mejor Alberto y Pluma. Se comieron el centro y Vila, con la derecha, sólo tuvo que empujarla ante un Yiyo vendido.

Pudo desequilibrar La Granja de nuevo el escenario a su favor cuando –minuto 44– Adrián, en una gran cabalgada desde el lateral derecho, apuraba línea de fondo. Le puso el gol a los pies de César Bravo, pero Pindado se lanzó bien para despejar.Yubero, que entraba sin oposición desde el punto de penalti, se quedó con las ganas de una asistencia que hubiera hecho posible un gol cuyo remate ya dibujaba mentalmente en soledad en el centro del área.

Cambió sus piezas Diezma. Sacó del terreno de juego a Philip -desubicado- y Portilla y dio salida a Vicente y Aarón, que dispuso de sus primeros minutos en el Adolfo Suárez. Formó en el doble pivote con Cabrera, esperando aportar una mayor salida de balón. Por momentos fue posible, pero la dinámica del partido no ayudaba mucho.

Pasaban los minutos y el Ávila no se hacía con el esférico, todo lo contrario que La Granja, que siguió con el guión establecido de presionar y robar. Les faltaba remate, pero inquietaban el marco de Pindado. Si Yubero -minuto 54- probaba desde lejos, Ricardo se escapaba por banda -minuto 56- tratando de ponérsela a Bravo, que no llegó. Tendría la mejor el exencarnado en el 65’ cuando remataba con todo en el área tras un centro de Yubero. Demasiado impetuoso, y con todo a favor, su cabezazo pareció más un despeje por encima del larguero.

Sin juego lo más sencillo era que el tanto pudiera llegar a balón parado. Lo acarició Aarón. Su lanzamiento de falta, directo a la escuadra, lo sacó a una  mano Yiyo, recordando a muchos que la pretemporada le colocó como uno de los primeros fichajes del Ávila.

Ni siquiera tuvo tiempo de aprovechar el Ávila la expulsión de Alberto porque, tras una contra anulada por Pindado traa disparo de Otero, el portero era expulsado con roja directa. Estuvo fino el colegiado para oír las palabras malsonantes que dirigió a un jugador. Expulsión y libre indirecto dentro del área. Era la oportunidad soñada por La Granja para hacer el 1-2.Sin cambios, Javi tomó los guantes, pero los granjeños no supieron sacar provecho a la misma.