Los Zarramaches toman las calles de Casavieja por San Blas

E.C.B
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Las festividad incluyó una misa en honor al santo a la que asistieron los quintos que protagonizaron esta mascarada de invierno en la que volvieron a verse las clásicas carreras tras los chiquillos de la localidad

Los Zarramaches toman las calles de Casavieja por San Blas - Foto: ADFFOTO

Con la celebración de San Blas se volvió a revivir en Casavieja este domingo una de las costumbres más ancestrales proveniente de los pastores, la de los Zarramaches, en la que los quintos reparten naranjas a los niños, no sin atizarles con varas de mimbre por las calles. Durante la mañana, estos personajes vestidos de blanco con capucha del mismo color, una estera de esparto en la espalda para evitar el golpeo de los tres cencerros colgados de un cinturón, y un gorro cónico de mimbre recubierto de tela blanca y vistosas cintas de colores, que portan vara de mimbre y una naranja arrojadiza, persiguieron de nuevo a los más pequeños por las calles hasta la hora de la misa, en la que, como manda la tradición, acudieron a la iglesia para asistir a la eucaristía en honor a San Blas situándose delante, en el pasillo central, sin quitarse ni la máscara ni los cencerros, lo que supone una excepción en todas las mascaradas conocidas en la Península Ibérica. Durante la procesión alrededor del templo, fueron los Zarramaches los que la encabezaban y terminada la ceremonia religiosa, volvieron a protagonizar las carreras tras los chiquillos, que les arrojaban naranjas. Así concluía el acto central de esta mascarada, pero no el único, pues desde el Ayuntamiento se quiere que esta tradición tenga cada año mayor arraigo entre la población más joven y así ya el viernes tuvo lugar una charla informativa sobre la historia y tradición de los Zarramaches dirigida a los alumnos del colegio Concepción Arenal y se inauguró una exposición fotográfica sobre la mascarada en la Casa del Secretario, mientras que el sábado hubo una exhibición de atuendo tradicional de Zarramache confeccionado por los más pequeños en un taller.