La Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Economía y Hacienda pondrá en marcha una serie de medidas en materia de movilidad sostenible entre las que se encuentran una deducción autonómica en el IRPF del 15 por ciento sobre el precio de venta, con un límite de 4.000 euros, cuando se adquieran vehículos nuevos de energía alternativa siempre y cuando no estén afectos a actividades profesionales o empresariales, así como también una línea de ayudas en concurrencia no competitiva para la adquisición de vehículos eléctricos, con una cuantía máxima de hasta 5.000 euros, dirigida tanto a particulares como a autónomos, pymes y coporaciones locales cuya convocatoria se lanzará a finales de este año, tal y como recordó la directora general de Industria y Competitividad, Heidi Millán, que este martes participó en Ávila en una jornada de trabajo sobre Movilidad Eléctrica organizada en el marco del proyecto Prometeus de la Unión Europea.
Apuntó Millán que el parque móvil de Castilla y León cuenta en la actualidad con 1,8 millones de vehículos de los cuales unos 8.000 se alimentan con energías alternativas, lo que supone que este tipo de vehículos representan el 0,44 por ciento sobre el total, señalando que este porcentaje es «mucho menor» en el caso de los coches eléctricos debido a que hasta ahora la tecnología más vendida ha sido la híbrida.
Y pese al pequeño porcentaje que a día de hoy representan este tipo de vehículos dentro del parque móvil regional, destacó la directora general que en el último año se ha evidenciado «una clara tendencia alcista» en lo que respecta a vehículos de energía alternativa cuyas ventas en Castilla y león se han incrementado «un 45 por ciento», porcentaje que en el caso de la provincia de Ávila, indicó, se ha situado en el 41 por ciento. Apuntó así mismo la directora general que el 70 por ciento de los vehículos que a día de hoy circulan por las carreteras de la región tiene más de 10 años, lo que supone una oportunidad para favorecer el cambio.
«La Unión Europea ha fijado unos objetivos y unas recomendaciones de reducción de gases de efecto invernadero del 20 por ciento hasta 2020 y del 40 por ciento hasta el 2030 y evidentemente una de las fórmulas para lo lograr esos objetivos, si bien no es la única, está en el sector transporte y viene por este tipo de energía», señaló Millán a la hora de explicar el porqué de este tipo de medidas, precisando sin embargo que el transporte genera únicamente la cuarta parte de los gases de efecto invernadero.