El Real Madrid buscará hoy dejar prácticamente encarrilado su billete para los octavos de final de la Liga de Campeones, aunque para ello deberá superar a un histórico como el Liverpool, que aspira a ganar en el mítico Anfield y a que el pensamiento blanco esté ya más próximo al clásico para sacar una valiosa victoria.

A tres días de recibir en el Santiago Bernabéu al Barcelona, en un partido clave para no quedarse muy descolgado en la Liga, el actual campeón de Europa vivirá un ‘aperitivo’ de lujo en un marco casi incomparable por el recinto, la competición y el rival, que, pese a no estar al nivel del año pasado, es un histórico que acumula cinco Copas de Europa.

Y es a la mezcla que reúne una noche europea y la magia que desprende el feudo ‘red’, que se volcará con los suyos, a lo que se aferran los de Brendan Rodgers para frenar el actual gran momento del equipo blanco.

El Real Madrid, que en la actualidad parece superior al Liverpool, acumula siete victorias consecutivas, aderezadas con 32 goles y habiendo dejado la puerta a cero en sus últimos tres duelos ligueros, racha que pondrá a prueba ante un rival al que nunca ha ganado ni anotado en sus tres anteriores enfrentamientos, con mención especial a su última visita en la Champions, en los octavos de final de 2008-2009 donde se llevó una sonora goleada (4-0).

Con todo, Carlo Ancelotti no permitirá despistes y no hará más rotaciones de las necesarias. Sergio Ramos y Gareth Bale no viajaron, pensando en tenerles a punto para el sábado, lo que parece más probable con el andaluz, aunque vuelven Varane y Benzema, que deberían ocupar puestos de titulares en detrimento de Nacho y ‘Chicharito’ Hernández. Además, también podría ser titular Arbeloa, exjugador ‘red’, que espera tener su oportunidad y dejar en el banquillo a Carvajal.

Isco, tras su gran partido frente al Levante y con la baja del ‘expreso de Cardiff’, seguirá dentro del once deseoso de volver a brillar para estar en el clásico. La única duda puede ser que el técnico italiano decida dar un respiro a Luka Modric, sustituido por un golpe el pasado sábado, o Toni Kroos, lo que daría una oportunidad al joven Asier Illarramendi.

A dos del récord de Raúl. Arriba estará un Cristiano Ronaldo que quiere seguir imparable de cara a la cita del sábado con Leo Messi y acercarse a los 71 goles de Raúl, del que le separan dos tantos. El de Madeira está en un gran estado de forma de cara al gol, pero visita un estadio donde con el Manchester United nunca pudo marcar, un reto que avivará aún más su deseo de continuar su idilio con el gol. En Anfield se podría cruzar con Javier Manquillo, canterano del Atlético que sufrió una lesión en el cuello tras un choque en un salto con el portugués en la Copa del Rey del año pasado.

El Real Madrid suma seis puntos y, de lograr otros tres, además de complicarle la existencia a su oponente, tendría ya casi el billete para los octavos de final, aunque ya sabe, como quedó demostrado en Bulgaria ante el Ludogorets, que ganar a domicilio en Europa nunca es fácil y menos en un estadio como Anfield y en un país como Inglaterra.

De todos modos, el envite no le llega en su mejor momento al conjunto inglés, donde, además de Manquillo, será titular en el otro lateral Alberto Moreno. Lejos del estado de forma que el año pasado le hizo rozar la Premier League, los de Anfield están acusando la marcha de Luis Suárez y han firmado un arranque bastante irregular tanto el torneo doméstico como en el continental.

En Liga, los de Brendan Rodgers marchan quintos a nueve puntos del Chelsea y ya con tres derrotas en su haber, mientras que en la Champions, a su sufrida victoria ante el Ludogorets se unió la derrota en la visita al Basilea que le ha complicado las cosas y que convierte en necesidad el sacar algo valioso ante el 10 veces campeón de Europa.

Con cierta debilidad defensiva y sin contar con el potencial ofensivo que le daba antaño el delantero uruguayo, el Liverpool, que en la campaña pasada anotó 101 goles en la Premier, quiere aliarse con su público para tutear a un rival en un duelo que promete intensidad y goles.

El entrenador norirlandés tiene la duda de Sakho en la defensa y la baja de Sturridge, un jugador clave en un ataque donde Mario Balotelli está ofreciendo su imagen más discreta y podría ser suplente. Rodgers espera que el aguerrido carácter de Steven Gerrard, la calidad de Coutinho y la velocidad de Sterling sean los argumentos para crear problemas a los de Carlo Ancelotti.