Una controvertida ley protegerá la identidad hebrea

SPC
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La nueva normativa denomina al país como «hogar nacional» del pueblo hebreo, reserva el derecho a la autodeterminación a este colectivo y deja su idioma como única lengua oficial

El Parlamento israelí aprobó ayer una controvertida ley que define a Israel como patria de los judíos y degrada el árabe, que deja de ser una lengua oficial y pasa a tener un «estatus especial». 

La norma, que generó fuertes críticas tanto dentro como fuera del país, define a Israel como Estado nacional del pueblo judío, reafirma el estatus de Jerusalén como capital de Israel y dice que «únicamente los judíos tienen derecho a ejercer la autodeterminación nacional en el Estado de Israel». Además, ya solo reconoce el hebreo como lengua oficial, pese a que alrededor de un 20 por ciento de los israelíes son árabes.