Cristóbal Medina recrea el Ávila del XVI en una novela de aventuras

David Casillas
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El escritor presentó ayer su libro, un trabajo en el que ha buscado la máxima fidelidad histórica

Cristóbal Medina, junto a Serafín de Tapia, en la presentación del libro. - Foto: Antonio Bartolomé

Bartolomé, abulense de origen morisco, regresa en el verano de 1517 a Ávila después de haber estudiado Leyes en la Universidad de Salamanca, decidido a casarse con su novia Inés, de familia de cristianos viejos. Pero esa diferencia de orígenes pesa demasiado  en aquella España de prejuicios y crea un conflicto tan grave que lleva a la pareja a abandonar la ciudad amurallada, para emprender un viaje que les lleva primero por buena parte de la península ibérica para luego atravesar el Atlántico y acabar asentándose en México, donde se verán inmersos en la aventura conquistadora de Hernán Cortés.

Ése, a grandes rasgos, es el argumento de Lo demás es cosa vana, una novela histórica y de viajes que ha escrito el abulense Cristóbal Medina y que ayer presentó en el Palacio los Serrano, un libro grueso (634 páginas) que se lee con mucha agilidad tanto por el constante interés que despierta la trepidante aventura narrada como por la decisión de su autor de utilizar «un lenguaje llano, un poco cinematográfico, que hace más fácil la lectura».

Contó Cristóbal Medina que ha dedicado cuatro años a la creación de este libro, dos de ellos a llevar a cabo una «documentación rigurosa» necesaria para «describir aquel Ávila del siglo XVI con la mayor fidelidad posible», una labor en la que contó con «ayudas, por ejemplo la de Serafín de Tapia» y cuyo resultado, muy acertado en opinión de quienes ya han leído el libro, ocupa varias páginas llenas de sorpresas.

En su afán de ser lo más fiel posible a los hechos históricos narrados, el escritor llegó incluso a aprender algo del idioma náhual (el que se hablaba entonces en México), lengua que ha utilizado en la novela.

La idea original de la novela, explicó CristóbalMedina, «fue creciendo mientras la escribía, y llegó un momento en el que los personajes me superaron y me sorprendí de la evolución de la trama», tan desbocada que «tuve que parar, dejando la puerta abierta a dar continuidad a la historia con una segunda parte».

A la espera de esa posibilidad, los amantes de la novela histórica tienen ante sí una tentadora invitación para sumergirse en el pasado abulense... y más allá, de la mano de una trama que además de «llena de aventuras» también ahonda en el alma humana.