El grupo municipal de Izquierda Unida tachó ayer de «demoledor» el horizonte presentado por el Ministerio de Fomento según el cual el peaje de la AP-6, AP-51 y AP-61 finalizaría entre el 2024 y 2029 y la situación que se ha planteado más recientemente con la aprobación en la Cámara Baja de una propuesta para la exigencia al Gobierno de no prorrogar la concesiones de las autopistas que vencen entre 2018 y 2021. Un escenario «que desde el grupo municipal de Izquierda Unida consideramos demoledor para la ciudad de Ávila, la puntilla ante la ya dura situación por la que atraviesa» apunta Montserrat Barcenilla, en un momento en el que la lucha contra el peaje había retomado su fuerza social y política de la mano de la Plataforma Ávila Libre de Peajes y bajo el cuestionamiento no sólo de la legalidad del peaje, «algo que desde Izquierda Unida de Ávila venimos haciendo desde hace años», sino de la extensión del mismo más allá del 29 de enero de 2018.