Annus horribilis. El cine y los conciertos de música popular (que incluye diversos géneros como el pop, rock, electrónica o jazz, entre otros) fueron los más perjudicados en sus recaudaciones durante el año 2013, ejercicio en que se empezó a aplicar en su totalidad el IVA del 21 por ciento en estos espectáculos, según recoge el anuario de las artes escénicas presentado ayer en la SGAE.

En concreto, la recaudación de la música popular en vivo (incluyendo macrofestivales) descendió un 13,6 por ciento respecto al año anterior, hasta alcanzar los 148,4 millones de euros. La cifra de espectadores también bajó un 11,4 por ciento, con 22,8 millones de personas que asistieron a estos eventos.

Por su parte, en el séptimo arte se vendieron un total de 76,7 millones de entradas, lo que conllevó una bajada del 17,8 por ciento respecto al período anterior. En cuanto a la recaudación, cae hasta los 498,7 millones, un 18,5 por ciento menos que en 2012.

El presidente de la Fundación SGAE, Antonio Onetti, explicó estos datos como consecuencia de la falta de ayudas públicas, además de la ya citada subida de tipos impositivos en las entradas por el incremento del impuesto hasta el 21 por ciento.

«La pregunta que deberíamos hacernos es ¿por qué la música clásica no cae tanto? Es meridiano: porque está muchísimo más apoyada y financiada por el Estado», indicó.

En general, los descensos se han producido en todas las disciplinas, si bien, tal y como aclaró el director de la SGAE, quizás no ha habido un decrecimiento similar al año anterior. En cualquier caso, además de apuntar a la crisis, Onetti lamentó la «ausencia de una política cultural» que respalde al sector escénico de forma transversal y en profundidad.

«A pesar de los aumentos previstos este año en los Presupuestos Generales del Estado para el ejércicio 2015, estamos todavía lejos de la cifra que necesitamos. Hay una falta de protección si nos comparamos a otros países de nuestro entorno y quien sale perjudicada no solo es la industria cultural, sino el conjunto de los ciudadanos españoles», aseveró el directivo.

En este sentido, reclamó que no se abandone el proyecto de Ley de Mecenazgo, puesto que la cultura «necesita un modelo alternativo al actual». «Seguimos esperando esa normativa, más allá de los incentivos fiscales propuestos, porque una legislación supone introducir control del Estado y evitar que esa vía de desgravación sea una puerta abierta al fraude», apuntó.

Más espectadores.

Respecto a las previsiones para este año, el director de investigación y desarrollo de la SGAE, Rubén Gutiérrez, adelantó que el cine nacional experimentará, previsiblemente, una subida de espectadores en las salas. Así, si la cuota de pantalla en 2013 alcanzó el 13,9 por ciento «a pesar de iniciativas como La Fiesta del Cine», este año se prevén estimaciones en torno al 25 por ciento.

En cuanto a otras disciplinas, el anuario refleja que al comparar las cifras de actuaciones en artes escénicas de 2013 con las de 2012, el descenso ha sido del 4,7 por ciento en número de representaciones, 4,1 por ciento en cifra de asistentes y 4,1 por ciento en recaudación. Con 200,7 millones de euros, han perdido un 23 por ciento en caja en los últimos cinco ejercicios.

En el caso del teatro, desde 2008 se han acumulado unos descensos conjuntos que han llegado al 29,1 por ciento en el número de actuaciones. Sus ingresos han alcanzado los 168,6 millones de euros el año pasado, un dos por ciento menos que en el período inmediatamente anterior.

En la danza, ópera y zarzuela, las caídas en recaudación también se sitúan en un 10 por ciento respecto a 2012 (9,2 millones en danza y 22,8 en género lírico).

La música clásica continúa con un descenso «similar a una especie de goteo», según Gutiérrez, y en este año el número de conciertos disminuye en 495 respecto al anterior, hasta los 14.522. Sin embargo, la recaudación apenas ha bajado en un 2,1 por ciento, hasta los 37,4 millones.

Los ingresos por la música grabada en 2013, fue de 119,8 millones (un 15,1 por ciento inferior a la de 2012). En lo referido al consumo de vídeo (DVD y Blu-Ray), durante el pasado se alcanzó una recaudación de 61,1 millones de euros, un descenso del 22,8 por ciento respecto a 2012.