Tras 50 años ofreciendo sus servicios bancarios, la oficina de Bankia (antes Caja de Ávila) en Crespos cerró sus puertas este martes con el consiguiente disgusto de todos los vecinos de esta localidad morañega.

Este no es más que la puesta en práctica de un cierre anunciado en su día por Bankia que, de maneras escalonada y desde el pasado año 2013 decidió a través de su Plan de Reestructuración, cerrar 24 oficinas, la mayoría de ellas situadas en la provincia de Ávila.

La de Crespos es una de las sucursales incluidas en este plan y  este martes cerró sus puertas. Así lo han confirmado a esta redacción fuentes de la entidad financiera, que han añadido que «se va adejar un cajero habilitado y el ofibus irá al pueblo todos los jueves de 9,30 a 12,30». El servicio empezará este jueves, 1 de octubre, tal y como informan desde Bankia, que señalan también que el autobús en cuestión es «una oficina bancaria itinerante dotada de todos los medios tecnológicos y de seguridad que atiende cualquier servicio financiero que requiera el cliente». En esos mismos términos se ha pronunciado José Manuel Espinosa, director de  coordinación de Negocios y Relaciones Institucionales de Bankia, quien, preguntado por esta redacción, reconoció la medida «programada desde hace tiempo atrás fruto de las exigencias que Bruselas hizo llegar a Bankia sobre la reestructuración de oficinas y empleo».

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