El abulense Julio Collado lanza una campaña contra los deberes escolares

diariodeavila.es
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Desde la plataforma Change.org busca apoyos para eliminar por ley las tareas en casa porque, afirma, «provocan un sufrimiento inútil»

Con el nuevo curso escolar apenas recién comenzado, el conocido maestro abulense Julio Collado, ya jubilado, acaba de lanzar una petición pública de apoyos ciudadanos a través de la plataforma www.change. org con la que pide  que se supriman por ley los deberes escolares.

La campaña está dirigida a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León y basa su argumentación en que las tareas que los alumnos tienen que llevar a cabo en casa  «provocan en alumnas y alumnos un sufrimiento inútil para su formación además que van en contra de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia», según puede leerse en la petición de apoyos que plantea.

Los argumentos con los que Julio Collado defiende su petición de que los deberes escolares sean suprimidos y pide apoyos ciudadanos para esta campaña están, por ejemplo, que las tareas «alargan  su horario de trabajo lectivo más allá de las ocho horas»; que «roban tiempo de ocio» a los niños;  que  «potencian el rechazo a la escuela al tener que dedicar demasiado tiempo en casa a tareas parecidas o iguales a las del aula» y que  «provocan enfrentamiento entre madres-padres e hijos al tener que ejercer aquellos tareas de profesores, cosa que no les es propia», afirma el maestro abulense.

Además, la petición de apoyos ciudadanos para esta causa sostiene que los deberes escolares «restan tiempo para otras actividades más placenteras y fundamentales en la formación integral como la lectura libre, las diferentes artes y el juego» y que «no mejoran los rendimientos escolares como muestra la comparativa entre países».

Desigualdad. A sus argumentos iniciales, Julio Collado ha sumado otro para actualizar su petición de que los deberes escolares sean eliminados por ley. Y es que, a su juicio, las tareas que los niños tienen que llevar a cabo en casa «provocan desigualdad, ya que las familias más pudientes económica o culturalmente pueden pagar academias privadas o ayudarles a hacer sus deberes, cosa imposible entre las familias que no tienen ni un cuarto propio para tal menester», afirma.

Además, el maestro abulense considera que «la supresión de los deberes provocará en los centros un debate sobre nuevas metodologías» educativas.