El religioso leonés Manuel García Viejo ha llegado esta madrugada a España en el avión medicalizado del Ejército del Aire que se desplazó ayer a Sierra Leona. Al cierre de esta edición, el Ministerio de Defensa preveía que el aterrizaje en Torrejón se produjera sobre las tres de la madrugada, después de que el aparato despegara de Freetown a las 19.50 horas (hora peninsular).

La ambulancia que trasladó al paciente desde el hospital en que se  encontraba ingresado llegó al aeropuerto de la capital de Sierra Leona cerca de las 18.30 horas y las autoridades españolas esperaban su llegada durante la madrugada de hoy.

La tripulación va a intentar aprovechar los vientos favorables de cola para acortar todo lo posible el tiempo del vuelo, según Defensa.

El avión, que había partido de Torrejón en torno a las 7.17 horas de la mañana de ayer domingo, llegó en vuelo directo sin escalas a la capital de Sierra Leona a las 15.51 horas.

Toda la operación de repatriación del religioso Manuel García Viejo ha sido planificada y dirigida desde el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa y ejecutada con personal y medios del Ejército del Aire, al igual que la desarrollada durante los días 5 y 6 de agosto pasados en que se procedió a la evacuación desde Monrovia (Liberia) del sacerdote Miguel Pajares, también de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y de la monja de origen guineano y pasaporte español Juliana Bonoha.

El avión T.10 (C-130 Hércules) de transporte táctico fue adaptado para la misión de evacuación sanitaria durante la pasada noche en la base aérea de Torrejón, inmediatamente después de su llegada de Zaragoza. La medicalización ha consistido básicamente en la instalación de una cámara proyectada para aislar temporalmente a enfermos contagiosos y proporciona la máxima protección al paciente y al personal sanitario, así como un sistema de soporte vital para la monitorización del enfermo de ébola.

Seguridad a bordo. El aparato militar transporta una segunda cámara de reserva, ya montada, y otra más sin montar, con carácter preventivo, así como material médico diverso con un total de 1.200 kilogramos.

Las tripulaciones, sanitaria y de vuelo, van protegidas con monos impermeables que cubren de los pies a la cabeza, más gafas, mascarilla, guantes y calzas, para aislarlas de fluidos o partículas contaminantes en el área de trabajo próxima al paciente, que previenen el contagio.

Para esta evacuación se han desplazado en el avión dos tripulaciones de vuelo, integradas cada una de ellas por un piloto, un copiloto, un navegante y un operador de cargas (ocho personas en total) del Ala 31 de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire, más dos equipos médicos de la UMAER formados por un comandante médico, un capitán enfermero y un auxiliar de Enfermería. Es decir, seis en total, todos ellos militares del Ejército del Aire.

Está previsto que, tras su llegada a Madrid, García Viejo sea recibido por personal de Sanidad Exterior, que entregará al paciente al personal sanitario de la Comunidad de Madrid, y será trasladado, siguiendo el protocolo de seguridad, al complejo hospitalario La Paz-Carlos III.

Este es la segunda vez que el Gobierno pone en marcha un protocolo de repatriación ante un caso de un español infectado por ébola, tras el producido en agosto con su compañero de orden religiosa, el sacerdote Miguel Pajares, que llegó a Madrid el 7 de agosto desde Monrovia y falleció en el citado hospital seis días después.

Situación crítica. Por otro lado, la situación en Sierra Leona sigue siendo crítica y ayer mismo las autoridades de este país africano hallaron 92 nuevos cadáveres que presentan indicios de ébola y otros 56 casos adicionales de infección del virus, por lo que «existe una muy importante posibilidad» de que amplíe la cuarentena de tres días que tenía previsto finalizar ayer, según informaron fuentes de emergencias.

También en otros países africanos la situación está empeorando y se teme un recrudecimiento.