Comenzaron las ofrendas del mes de octubre a la Virgen de Sonsoles y, aunque el tiempo se cernía como una amenaza, finalmente la conocida como ‘Ofrenda chica’, la de La Sierrecilla, se pudo desarrollar con normalidad.

Cientos de personas volvieron a congregarse en el santuario de Sonsoles para la celebración. Esto hizo que, una vez más, la iglesia se quedara pequeña y hubo quien tuvo que permanecer en el exterior. A pesar de eso se mantuvo el ánimo a la espera de la salida de la imagen, aunque minutos antes las primeras gotas de agua hacían presagiar lo peor.

Sin embargo, las nubes dieron un respiro y a las 13,00 horas, al terminar la misa, se pudo ver cómo la gente salía del templo y se preparaba para recibir a la imagen. En el interior todo lo necesario estaba listo para la procesión, comenzando con los estandartes, entre ellos el de ‘La Sierrecilla’, y siguiendo con la imagen de la Virgen de Sonsoles con su manto verde.

A la salida estaban a la espera no solo los devotos sino también el Grupo de Dulzainas Azor que recibió a la imagen con el Himno de España y que después se encargó de amenizar todo el recorrido por el interior del recinto. No faltó el redoble de campanas y los vivas a la Virgen de Sonsoles mientras se hacía este camino en el que se contó con representación municipal, con el alcalde, José Luis Rivas, a la cabeza.

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