Hong Kong prosigue su lucha

Agencias
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Miles de personas llenan las calles de la excolonia británica para exigir mayores derechos democráticos a Pekín, coincidiendo con la celebración del Día Nacional del gigante asiático

PROTESTAS EN EL CENTRO DE HONG KONG - Foto: ALEX HOFFORD

 
 
Las protestas continuaron ayer en Hong Kong, coincidiendo con la celebración del Día Nacional de China, en una jornada en la que decenas de miles de personas salieron a las calles de la excolonia británica, desafiando a la lluvia y bloqueando las principales avenidas en la región, para exigir mayores derechos democráticos.
En la que ya es la mayor crisis política que se registra en el país asiático desde que en 1997 Hong Kong fuese devuelta a las autoridades de Pekín, los manifestantes agriaron la celebración estatal acompañando la ceremonia con una marcha de silencio. En señal de repudio, los líderes estudiantiles y otros activistas dieron la espalda en el momento de izarse las banderas de China y de la región y mantuvieron las manos cruzadas sobre sus cabezas.
Las protestas, que se redujeron debido a las fuertes lluvias, se desarrollaron de forma pacífica y la Policía se mantuvo en un segundo plano para evitar confrontaciones como las de la noche del pasado domingo, si bien 20 activistas fueron detenidos en varias ciudades.
A pesar de todo, el Gobierno de Pekín insistió en que no se permita que continúen las manifestaciones «ilegales» o, de lo contrario, las consecuencias «serán inimaginables», subrayó un portavoz del Ejecutivo de Xi Jimping.
Sin embargo, lejos de amedentrarse, los opositores avisaron de que podrían ampliar sus actuaciones y amenazaron con tomar edificios gubernamentales a partir de hoy si no se cumplen sus demandas de un sistema electoral democrático. Eso sí, frenaron en sus intenciones de convocar una huelga o ampliar las marchas a otros sectores de la ciudad, como habían dejado caer el pasado martes.
De hecho, el líder de los estudiantes de Hong Kong, Lester Shum, lanzó un ultimátum al gobernador de la antigua colonia británica, Leung Chung Yin, al que exigió que presente su dimisión cuanto antes o tendrá que afrontar manifestaciones aún mayores a las de los últimos días.
El propio dirigente regional, partidario de esa ley electoral, avisó a sus detractores de que «las emociones no llevarán a ninguna parte» y reconoció que la antigua colonia está sumida en «un apasionado debate sobre nuestro desarrollo constitucional, una discusión que tenemos que tener, pero que tiene que ser atemperado con la razón».
Además, recordó que la «mini Constitución» de Hong Kong recoge que «el objetivo último es la selección del jefe del Ejecutivo por sufragio universal en base a la nominación por un comité ampliamente representativo conforme con procedimientos democráticos». Para cambiar este método, apuntó, «hace falta el respaldo de una mayoría de dos tercios de los miembros del Consejo Legislativo, el consentimiento del presidente y que lo apruebe el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo».
Sin embargo, y pese a esta declaración de intenciones, Shum declaró que «creo que el Gobierno está intentando conseguir más tiempo», por lo que insistió en la renuncia de Leung. Por ello, instó a los manifestantes a seguir ocupando amplias zonas de la región, impidiendo el normal funcionamiento de empresas privadas.