Dicen que las desgracias no vienen solas. Y Ucrania parece ser un ejemplo de ello. Porque a las revueltas que se iniciaron a finales de 2013 y el posterior conflicto armado entre las tropas de Kiev y los separatistas del este del país, que han causado más de 6.000 fallecidos desde el pasado abril, se sumó ayer un trágico accidente. Donetsk, uno de los epicentros de los enfrentamientos, volvió a ser escenario de un mortal suceso, después de que una explosión de gas metano en el interior de una mina de carbón se cobrase la vida de al menos 33 trabajadores.
Según apuntaron fuentes del Gobierno de la autoproclamada república popular, en el momento del suceso había unas más de 200 personas bajo tierra. Al menos 15 fueron rescatadas con heridas de diversa gravedad de la zona, cinco de ellas con quemaduras de distinto grado, mientras que otros 198 empleados salieron ilesos, pero 73 quedaron atrapados -de los que 33 ha sido confirmado su deceso-, por lo que cerca de 40 hombres se encontraban, al cierre de esta edición, sepultados.
De hecho, un soldador de la mina de Zasyadko, que pudo salir por su propio pie, expresó su pesimismo y descartó que pueda haber supervivientes. «He estado bajo el pozo durante 23 años y ésta es la cuarta detonación que puedo recordar. Si no les han sacado directamente, entonces después solo sacarán cadáveres. Una explosión es una cosa terrible», relató.
Responsables del yacimiento aseguraron que el incidente, cuyas causas se desconocen, no está relacionado con los combates entre el Ejército y los prorrusos y dejaron entrever que el origen de la tragedia fue un accidente laboral que desembocó en una importante explosión de gas.
De hecho, hace apenas unos años, en 2007, un suceso similar mató a 106 personas en el mismo lugar. Situada cerca de la capital de Donetsk, y bajo el control de los rebeldes, se trata de una de las principales minas del país. Pese a ello, y según fuentes trabajadoras que quisieron mantener el anonimato, las precarias medidas de seguridad han ocasionado varias desgracias. Como se suele excavar a gran profundidad, indicaron, se forman bolsas de gas altamente explosivas y, por ello, desde 1999, en este enclave han perdido la vida más de 200 personas en diversos accidentes.
Sin embargo, y a pesar de la tragedia, la rivalidad entre bandos ha llegado a dificultar los trabajos de rescate, tal y como denunció el primer ministro del país, Arseni Yatseniuk, quien reveló que el Ejecutivo envió a la zona equipos especiales, pero que «los terroristas rusos (término con el que se refiere a los insurgentes del este) no les han dejado llegar al lugar del accidente».
No obstante, desde el bando rebelde contestaron que desde Kiev «no se ha ofrecido ningún tipo de ayuda».
Nuevas sanciones. Por otro lado, los Gobiernos europeos darán luz verde hoy, salvo sorpresas de última hora, a la extensión de las sanciones contra cerca de una veintena de personas vinculadas al anterior régimen ucraniano, entre ellos el expresidente Viktor Yanukovich y su exprimer ministro Mikola Azarov.
«La UE aprobará prolongar durante un año las sanciones a 14 personas, incluidas Yanukovich y el exprimer ministro por apropiación indebida de fondos ucranianos y durante unos meses más a otras cuatro personas», avanzaron fuentes comunitarias.