El Barcelona se clasificó ayer para la final de la Copa del Rey con su triunfo por 3-1 en el campo del Villarreal, un billete conseguido sin brillo, pero con efectividad.

Tras el 3-1 en la ida, el bloque azulgrana metió el partido en el congelador a los tres minutos, el tiempo que tardó en adelantarse. El tanto fue producto de la combinación de su tridente ofensivo. Suárez cambió a la banda derecha, donde apareció Messi para servir una asistencia de oro a Neymar, que  marcó con calidad.

No era el plan que tenía el Villarreal. El ‘submarino amarillo’ soñaba con presión sobre su rival, pero se encontró con un gol en contra casi sin salir del vestuario, pero demostró que, además de tener un equipo de calidad, también es un plantel orgulloso.

El conjunto de Marcelino acumuló llegadas suficientes como para invitar a pensar en la injusticia del marcador hasta esos momentos. Así, Ter Stegen fue uno de los protagonistas de su equipo durante la primera parte.

La pereza azulgrana y una buena maniobra local propiciaron el empate. A los 39 minutos, Costa progresó por el ala izquierda, envió un centro al área y apareció Jonathan Dos Santos para anotar.

La jugada tuvo otra penalización para el Barcelona, pues Busquets recibió un fortísimo golpe involuntario de Pina y tuvo que dejar el césped en camilla.

Tras el descanso, el Villarreal lo siguió intentando hasta los límites de lo razonable. Y ese límite llegó en el minuto 65, cuando Pina fue expulsado por una violenta patada a Neymar.

La sentencia llegó a la contra, un arma que el Barça está explotanto intensivamente esta temporada. Mascherano envió un balón largo hacia la carrera de Suárez, quien definió con calidad después de eludir al arquero.

A partir de entonces, los dos equipos firmaron algo parecido a un pacto de agresión y el a la postre finalista culminó su triunfo a tres minutos del final con un nuevo tanto de Neymar.

El equipo azulgrana celebró con tranquilidad su pase a la final, que se celebrará el 30 de mayo, ante el vencedor del duelo entre el Espanyol y el Athletic de Bilbao, todavía en un lugar por decidir.

Más pruebas. Por otro lado, a la conclusión del choque, el club catalán anunció en un comunicado que Sergio Busquets sufre una «lesión en la sindesmosis del tobillo derecho», y que hoy será sometido a más pruebas. De confirmarse los peores augurios, el centrocapista podría estar tres semanas fuera de los terrenos de juego y se perdería el clásico contra elReal Madrid del próximo 22 de marzo.