Tormenta 'perfecta' en El Mancho

Alberto Sánchez
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Cuatro de seis puntos posibles. Buen arranque de temporada de la Cebrereña que se estrenaba en El Mancho con un triunfo (2-1) ante La Bañeza en un encuentro donde un intenso aguacero protagonizó el final de la primera mitad

Cebrereña, 2

 

La Bañeza, 1

Juan

Ruba

Andrés

(Mario Hidalgo, 78’)

Juanma

Javi

Jota

Juli

(Javi Prieto, 80’)

David Franco

David Terleira

Vicente

(Mario, 88’)

Super

  Pablo

(Sánchez, 64’)

Yamas

Agus

Íñigo

Miguel

Fran

Varo

Rober

Llorente

(Richi, 71’)

Jorge

Mateo

Goles

0-1 (minuto 24) Llorente; 1-1 (minuto 27) Juli; 2-1 (minuto 63) David Terleira

Árbitro

Falagán Herrero. Mostró amarillas a los locales Andrés y Mario Hidalgo; y al visitante Miguel.

Incidencias

Encuentro correspondiente a la segunda jornada del grupo VIII de Tercera División, disputado en El Mancho ante 300 aficionados y bajo una intensa tormenta.

La Cultural Deportiva Cebrereña ya tiene su primera victoria y sus primeros tres puntos.Tuvo que sufrir para conseguirlos y, dicho sea de paso, calarse hasta los huesos. Un intenso aguacero tomó el protagonismo durante los últimos veinte minutos de la primera mitad.Había amenazado la tormenta y acabó por desatarse, aunque los locales supieron solventar el imprevisto. Un ingrediente más al triunfo sobre La Bañeza, un equipo fuerte y rocoso, con muchos centímetros y que no rehuyó ese fútbol directo, de codos al aire, que requiere El Mancho, que acabó pidiendo la hora en un partido donde por momentos estuvo tan cercano el 3-1 como el empate.   

Arrancó el duelo como se esperaba, con un fútbol directo, a la yugular, sin contemplaciones. Es el camino más rápido, y efectivo, hacia el gol en El Mancho, que no entiende de posesión ni de elaboración. El preciosismo queda para otros escenarios. Precisamente Pepe García había advertido que los suyos debían «cambiar el chip» tras el paso por la Nueva Balastera. Y lo hicieron. Los culturalistas se mostraron ataviados para la ocasión. Este año, además, tienen jugadores para ello. Vicente y David Terleira fueron al choque, la retuvieron, la prolongaron y la jugaron. Súper y Juli, ambos volcados a la banda, fueron sus mejores socios. Antes del cuarto de hora los culturalistas ya habían probado en varias ocasiones a Pablo. La mejor la tuvo Súper, que tras una gran pared con Vicente en el área lanzaba a la cepa del poste, donde el portero rival despejaba a córner. Enfrente La Bañeza no se escondió. Quiso mandar, pero acabó por recurrir al patadón. Se hizo más palpable el cambio con el paso de los minutos y los goles. Sin embargo en una de sus primeras jugadas –minuto 13– tuvo una buena oportunidad cuando un error en el despeje de Andrés dejaba a Varo en franca posición de remate. La rápida salida de Juan evitó el susto. A renglón seguido era Llorente el que puso la incertidumbre en un remate de córner. Estaba solo, pero la mandó fuera.

El partido era un correcalles. El centro del campo tenía su sentido desde la destrucción. Si la Cebrereña acumulaba jugadores en ataque a la caza de un balón en largo, La Bañeza buscaba crecer alrededor de Llorente. El ‘9’ leonés se encajó entre Juanma y Javi a la espera de una segunda línea donde Mateo y Varo aprovechaban la espalda de Jota y David Franco, en ocasiones superados en el repliegue.  Se empezaba a asentar el equipo leonés. Los truenos y rayos de fondo añadían cierto nerviosismo. Amenazaba tormenta, pero el primer jarro de agua fría llegó cuando Llorente hacía el 0-1. Era el minuto 24 y de un saque de banda llegaba el primero. En un campo pequeño como El Mancho las jugadas de estrategia toman un mayor protagonismo. Una prolongación hacia el punto de penalti permitía al atacante visitante marcar de cabeza ante la sorpresa general. Por centímetros su remate era complicado de impedir, pero es que el ‘9’ estaba solo. Demasiado fácil.

Un duro palo al que pudo reaccionar de la mejor manera el equipo local cuando, en la reanudación, David Terleira se quedaba a un palmo de rematar en el segundo palo cuando un balón de Juli, tras romper a Yamas, superaba al portero y recorría la paralela del gol. Era el aviso antes de la tormenta. Y nunca mejor dicho. Tres minutos –minuto 27– pasaron desde que la Cebrereña tuviera su primera gran ocasión para que Juli, protagonista en la anterior jugada, igualara el choque. Fue con un latigazo del menudo delantero, en un balón suelto en el área, lo que permitía a los locales hacer el 1-1. El ‘7’ soltaba la zurda y el balón volaba raso entre las piernas de los leoneses. A partir de ese momento, y hasta el descanso, la lluvia fue protagonista. Descargó con ganas sobre El Mancho. Por momentos jugar fue imposible. Al intenso aire se sumó un aguacero que puso el campo pesado. Los futbolistas aguantaron como pudieron. Lo mejor, que llegó el descanso.

Recuperó pulso el choque tras el paso por vestuarios. Pasó la lluvia y regresó el partido a un guión ya conocido. Demasiado juego directo en un duelo en el que La Bañeza parecía haberse adaptado mejor a la situación. Vicente y David Terleira estaban inéditos, y a Juli y Super se les veía más en defensa que en ataque. No eran buenas noticas para un equipo que curiosamente se puso por delante cuando peor lo estaba pasando. Como en la primera mitad primero avisó. Vicente –minuto 59– veía como Rober le sacaba bajo palos su remate. Había sido un regalo de Pablo, que acabaría el partido en el banquillo antes de tiempo. Sin embargo antes debería ver cómo David Terleira se estrenaba esta temporada. Una recuperación en el centro del campo le favorecía al delantero local, que aguantó el envite de Íñigo antes de encarar al guardameta leonés. Resentido de sus lumbares desde la jugada anterior, fue un muñeco ante el remate del cebrereño. Era el 2-1 –minuto 63– y el partido se le ponía de cara a los de Pepe García.

Por momentos estuvo más cerca el 3-1 que el empate de los leoneses. Hasta en dos  ocasiones reclamaría David Terleira penalti. Ambas sin suerte. No fue la tarde de Falagán Herrero. La primera fue clara. Íñigo le empujaba claramente cuando Sánchez, que había saltado al césped a ocupar la portería tras el 2-1, se lanzaba a los pies del delantero, que se revolvía en el área buscando un hueco para el remate. Con la segunda no dio tiempo a recapacitar, porque de la misma Jorge sacó una contra –minuto 84– en la que muchos vieron con temor como sobrevolaba el posible empate. Juan salió a tapar al ‘10’, que habilitó a Varo. Ruba, providencial, se lanzó a los pies del rival para mandar el esférico a córner.

Poco más se jugaría a partir de entonces. Seis minutos dejó de prolongación el colegiado. Seis minutos de nervios. A Juan no le tembló el pulso. Los tres puntos quedaron en casa.