En lucha contra el paso del tiempo

Beatriz Mas
-

El Cristo de los Ajusticiados ya luce en todo su esplendor en el Humilladero, donde hay nuevos proyectos

 
Los detalles borrados por el paso del tiempo son cosa del pasado, al menos en cuanto al Cristo de los Ajusticiados se refiere, que ya luce en todo su esplendor en su casa, el Humilladero. Una casa en la que se han realizado diferentes reformas en los últimos tiempos, puesto que también se restauró la Santa Cruz y los frescos. 
Además hay ideas para el futuro, que pasan, según anunció el jefe de servicio de Cultura, Alejandro Núñez, por eliminar las humedades del espacio. Para ello se ha hecho durante un año el estudio de estas humedades y se espera que este mismo año se pueda hacer la intervención.
Este anuncio lo realizó Núñez durante la presentación de la restauración del Cristo de los Ajusticiados, una «magnífica talla» que «estaba bien conservada, aunque ha procesionado durante siglos. Pero el tiempo ha dejado su huella y era necesaria una pequeña intervención para limitar las patologías incipientes y restaurar la policromía original».
El presidente del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, Jesús Jiménez, quiso agradecer el apoyo de la Junta que ha posibilitado que el proyecto de restaurar el Cristo llegara a buen puerto.
Para ello se ha contado con el trabajo de la empresa Castel
la, cuyas directoras técnicas, Nuria Fuentes y Sonsoles López afirmaron que tuvieron el «privilegio» de restaurar la talla.
Pusieron de relevancia «la gran satisfacción» por haber «culminado un proyecto que comenzó en 2014 con la Santa Cruz» y que ahora ha llegado al Cristo de los Ajusticiados.
En este último caso se comenzó de estudios científicos previos sobre los que se pudo basar la intervención. Esta labor se centró especialmente en conservar la talla original, sin añadir nada nuevo que pueda distorsionar la obra.
Sin embargo, sí que ha habido espacio para los descubrimientos, como sucedió con el paño de pureza, en el cual se vieron varias capas de repinte hasta descubrir el primero, en tono azulado que ahora es bien visible y que es «el cambio más fundamental».
También se ha actuado en otras partes, sobre todo eliminando la suciedad o la oscuridad de las diferentes capas de barniz, lo que ha servido para realzar algunos elementos como las llagas o los músculos, que ahora se pueden apreciar mejor.