José María Gil Tamayo ya es obispo de Ávila

B.M
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La Catedral de Ávila acogió la ordenación episcopal del nuevo obispo ante más de 1500 fieles y cerca de 70 obispos

José María Gil Tamayo ya es obispo de Ávila

José María Gil Tamayo ya ha sido ordenado obispo de Ávila. Fue en la ordenación celebrada en la Catedral de la capital abulense con más de 1500 fieles, cerca de 70 obispos y una amplia representación de autoridades. Tras el rito de ordenación, Gil Tamayo se dirigió a los presentes en un sentido discurso que fue interrumpido varias veces por aplausos. Sus primeras palabras fueron de agradecimiento para después recordar que viene a Ávila como servidor, tal y como dice su lema. Hizo una llamada la evangelización, a ponerse en camino como decía Santa Teresa y revitalizar el afán misionero dentro del respeto a la libertad religiosa.

Recordó la herencia teresiana y de San Juan, la herencia carmelitana, y puso el acento en la aportación de la Iglesia a la sociedad y a la educación.

Pidió que se aunaran fuerzas, también las de la Iglesia, contra la despoblación y el envejecimiento de la provincia y tuvo palabras de aliento a los sacerdotes, sobre los que se quiere extender, dijo, injustamente un velo de sospecha por delitos cometidos por la comunidad eclesial y por los que se pide perdón.

La ceremonia estuvo presidida por Ricardo Blázquez, que habló de Ávila como tierra de cantos y santos y se refirió a la unión de Ávila y Extremadura con San Pedro de Alcántara.

La ceremonia tuvo que ser interrumpida durante una media hora por la enfermedad de uno de los asistentes, familiar del nuevo obispo, que fue atendido en un primer momento por Protección Civil y médicos presentes y después por el 112. Finalmente falleció en la ambulancia.