Luis Miguel Sánchez Blanco, más seguro que nunca

A.S.G.
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El atleta abulense consigue la ansiada victoria en la Media Maratón Ávila Monumental por delante de Jesús Antonio Núñez. María Ruiz Castellanos se impone entre las féminas. La VI edición congregó a un total de 1.274 atletas

Por fin, después de cuatro ediciones ocupando la segunda plaza y habiendo subido al podio desde sus comienzos, Luis Miguel Sánchez Blanco ya tiene en sus manos la Media Maratón Ávila Monumental.A la sexta fue la vencida y el atleta abulense venció –1h.09’27’’– más seguro que nunca de sus posibilidades. No estaba el leonés SergioSánchez –ganador en 2016, 2017 y poseedor del récord de la prueba con 1h.06’46’’– pero sí estaban José Soto Irurozqui,Roberto Rubén Jiménez Gallego y sobretodo Jesús Antonio Núñez, ganador en 2015.Entonces Luismi fue tercero.Esta vez no dejó espacio para el respiro. Ni siquiera al talaverano, al que el abulense sacó de punto para hacerse con un triunfo que venía mereciendo desde hace tiempo pero que siempre se le había resistido. El que la sigue, la consigue.    

Y desde el primer momento impuso su ritmo el atleta del Bikila.  Al paso por el kilómetro 3 ya mandaba junto a Jesús Antonio Núñez (Bikila) y Francisco José García Viñoly (Capol).El canario, que ya sabe lo que es ganar en pruebas como la Carrera Ávila Solidaria, la Carrera de Reyes 88 Torreones o el Memorial Nuria Jiménez, acabaría cediendo. Más incluso de lo esperado con el paso de los kilómetros. Por detrás, atento, marchaba José Irurozqui Soto (Club Clínica Menorca).El atleta entrenado por Ramiro Matamoros tenía ganas de hacer algo ‘grande’ en Ávila. «Mi mujer es de La Torre». Al final tendría algo que dedicar, aunque aún quedaba asfalto por delante para saberlo.

Aguantaba la lluvia y abría la carrera a una velocidad endiablada el sevillano Joaquín García Díaz (Portufísico). Sobre su silla de ruedas era pura velocidad. Hasta que llegó el adoquín fue una bala. Como Luis Miguel Sánchez y Jesús Antonio Núñez. Dejaron a Viñoly y marcharon a la par. Al paso por el ecuador de la carrera –zona de La Encarnación, kilómetro 10–  eran los dos claros candidatos a la pelea. Menos clara parecía la lucha por el tercer cajón. Irurozqui ya le pisaba los talones a Viñoly, que acabaría llegando a meta ‘tocado’.

Entre las féminas ya había marcado su terreno María Ruiz Castellanos. Sufría, pero mantenía en todo momento las distancias con Mamen Ledesma.La integrante de la SelecciónEspañola y líder del Circuito de Carreras Populares 25 Aniversario Ciudades Patrimonio de la Humanidad optó por asegurar su puesto. No estaba para más, pero tampoco para menos.Por detrás Sonsoles Pérez Yuste, tercera, miraba de reojo a  María del Pilar Álvarez Barquita.

Quedaba por conocer el resultado de la pelea entre Luismi y Núñez. Y la resolvió el abulense a su favor. Había llevado el ritmo durante toda la prueba, pero aún le quedaba una marcha más. La metió pasado el ecuador. En el kilómetro 16 ya marchaba en solitario. La entrada en la zona centro y el adoquinado consolidó un triunfo –1h.09’27’’– muy merecido.Jesús Antonio Núñez sería segundo –1h.11’02’’– y José Irurozqui –1h.12’44’’– tercero tras superar a Viñoly –cuarto con 1h.14’53’’– en la segunda parte de la carrera.

En féminas victoria cómoda de la madrileña María Ruiz Castellanos con 1h.22’30’’. La segunda posición sería para la sevillana Mamen Ledesma –1’25’19’’– y la tercera para Sonsoles Pérez Yuste –1h.28’44’’–. 

«Es duro pero no imposible»

Fue el líder de la carrera hasta el ecuador. «Nosotros somos más de velocidad, no tanto de subir cuestas y menos de adoquines» valoraba tras haber recuperado el aliento el sevillano Joaquín García, el primero de los cuatro componentes del ClubPortufísico que se enfrentaron al reto de completar la Media Maratón Ávila Monumental en silla de ruedas. En su caso invirtió un tiempo de 1h.19’33’’.  

«Para ser la primera vez la sensación es rara» reconocía después de un esfuerzo titánico en una prueba para la que incluso tuvo que cambiar sus ruedas de titanio por otras que le permitieran afrontar el adoquinado. «Ha resultado una carrera muy dura, pero no imposible. Un reto bonito».Tanto que el sevillano ya avisaba que «el año que viene estaremos aquí».