Los farmacéuticos abulenses han compartido este año la fiesta de su profesión con los ciudadanos a los que atienden en su día a día, acercándose más si cabe a la sociedad a la que sirven con la instalación de una carpa en la que han revisado tratamientos médicos y botiquines a todo el que allí se acercaba. Además, han tomado la tensión y han calculado el índice de masa corporal de los ciudadanos que lo han solicitado. En Ávila y provincia, los farmacéuticos atienden a más de 10.000 personas diarias y uno de los problemas de este colectivo es la falta de viabilidad de farmacias rurales.